Thursday, February 24, 2005

Powerful article by Milagros Socorro on Jennifer McCoy

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Jennifer regresa a la zona gris


Milagros Socorro
msocorro@el-nacional.com


Tal como anunció en el comunicado que envió desde Atlanta, hoy regresa a Venezuela la directora para las Américas del Centro Carter, Jennifer McCoy. Ya hace unos meses que falta de por aquí y ahora viene a cantar la zona “para entender mejor si la organización puede ofrecer alguna ayuda en este momento”. Una explicación que parece una excusa diplomática para volver a los fueros que la doctora McCoy conoce muy bien; y que, al parecer, ha comenzado a extrañar.

El conocimiento que Jennifer McCoy tiene de Venezuela quedó en evidencia durante los meses en que permaneció entre nosotros como observadora electoral por el Centro Carter; y sus constantes declaraciones a los medios de comunicación dejaban ver no sólo que era una vocera muy competente, sino que tenía un gran dominio de la peripecia nacional.

Pues resulta que nos quedábamos cortos. Más que una funcionaria bien informada, la doctora McCoy es toda una experta en historia contemporánea de Venezuela. Esto es lo que se concluye tras la lectura de un ensayo de su autoría (en colaboración con David J. Myers) incluido en el número aniversario de la revista Politeia, editada por el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela.

En esa publicación, que comenzó a circular el año pasado, con el cometido de desarrollar el arco temático “La democracia venezolana en dos tiempos:
1972-2002”, Myers y McCoy presentan un trabajo en inglés que lleva por título “Venezuela en la zona gris:
desde el pluralismo ineficaz hacia el sistema de poder dominante”.

EN LAS LÍNEAS QUE SIGUEN HAREMOS UN RESUMEN del ensayo de Myers y McCoy, con énfasis en los conceptos que aparecen mencionados en el título. En su introducción, los autores establecen que la zona gris es una noción que cubre los “síndromes políticos” ubicados entre la democracia liberal (o consolidada) y la dictadura abierta, tal como ha sido descrita por el estadounidense Carothers.

Queda claro, pues, que para los ensayistas Venezuela no habita en el mapa de las democracias consolidadas ni de las dictaduras abiertas, sino en una zona gris.

En el aparte titulado “Hacia el sistema de poder dominante de la Quinta República”, Myers y McCoy afirman que, habiendo fracasado los tímidos esfuerzos hacia la profundización de la democracia durante el segundo gobierno del presidente Pérez, el desplazamiento de Venezuela hacia “el sistema de poder dominante” se produjo en dos fases: “La primera comenzó en diciembre de 1997, cuando las encuestas de opinión revelaron un amplísimo rechazo a los posibles candidatos presidenciales de Acción Democrática y Copei, y continuó hasta el 6 de diciembre de 1998, cuando el teniente coronel Hugo Chávez Frías fue elegido presidente. La segunda fase se inició con la formación del gobierno del entonces presidente electo, Hugo Chávez, y continúa hasta el momento en que se escribe esto (mayo de 2003).

En la segunda fase, el pluralismo ineficaz venezolano, de 40 años de duración, dio un giro hacia el sistema de poder dominante y se apartó de los intentos de hacer la transición hacia una poliarquía plenamente institucionalizada”.

¿CUÁLES SON LAS REGLAS DEL JUEGO POLÍTICO en el llamado sistema de poder dominante? Los autores lo establecen claramente: son los que “permiten un espacio político limitado pero real, alguna protesta política por grupos opositores y, al menos, la mayor parte de las formas institucionales de la democracia”.

En el sistema de poder dominante que, según Myers y McCoy, impera en Venezuela desde la constitución del gobierno de Chávez en 1999, “un grupo político (sea un movimiento, un partido, una familia extendida o un líder único) domina la política a un punto tal que pareciera que hubiese sólo una mínima posibilidad de alternabilidad en el poder en el futuro previsible. Mucho más que en el caso del pluralismo ineficaz, los regímenes de poder dominante desdibujan los límites entre el Estado y las fuerzas políticas dominantes. Los principales activos del Estado —es decir, el Estado como fuente de dinero, empleos, información pública y poder policial— son gradualmente puestos al servicio directo del grupo dominante. Es típico de regímenes de poder dominante que el sistema judicial sea intimidado, éste es un componente crítico del control unilateral del poder. Las elecciones, aunque no sean abiertamente fraudulentas, son vistas por el grupo dominante como un procedimiento para montar un show lo suficientemente bueno como para ganarse la aprobación de la comunidad internacional, al tiempo que, calladamente, inclina el campo de juego electoral lo suficientemente en su propio favor como para asegurar la victoria”.

Bueno, más claro no canta un gallo. Lo que no comprendemos es que si Jennifer McCoy, y cabe presumir que también el ex presidente Carter, sabían todo esto en mayo de 2003, por qué el Centro Carter no condicionó su sello de aprobación de los resultados del referéndum revocatorio — cuya preparación estuvo sembrado de triquiñuelas, manipulaciones, cedulaciones con el multígrafo interesado de la revolución, prestidigitaciones con el Registro Electoral y planillas planas— a la exigencia de una reorganización profunda del CNE que le devolviera su credibilidad y lo hiciera confiable para todos los venezolanos y para las democracias del mundo. He aquí una interrogante que aún permanece en la zona gris de las certezas.

TRAS HACER UN RECUENTO de las circunstancias que propiciaron el derrumbe de los partidos tradicionales, Myers y McCoy recalan en la actualidad. “La Quinta República — afirman— no ha cambiado las características básicas de la política venezolana post 1958: mantiene una estructura de toma de decisiones altamente centralizada, aun cuando haya emergido un nuevo conjunto de actores privilegiados. Ahora son las élites que dominaron entre 1958 y 1998 las excluidas. El régimen bolivariano continúa dependiendo de la distribución de la renta petrolera y ha fracasado en restaurar la capacidad reguladora, extractiva y administrativa del Estado. La dependencia del petróleo persiste”.

Más adelante, Myers y McCoy se preguntan: “¿Qué ha pasado?”. Y la respuesta echa de ver que no están mal dateados. “Lo más importante — dicen en su monografía— es que el presidente Chávez ha agudizado el conflicto de clases y menospreciado oportunidades para el entendimiento (el original en inglés dice textualmente “cooperation” ). La línea gubernamental según la cual la verdad y la justicia están del lado de la revolución y todos los que se le oponen son enemigos, recuerda el unilateralismo y la retórica del Trienio (1945-48). El dogmatismo ha reemplazado al pragmatismo, a la construcción de consensos y a los acuerdos de compromiso que prevalecieron durante la década de los 60, cuando la democracia representativa obtuvo una amplia aceptación. Los intentos para demoler y desacreditar las instituciones de la democracia representativa del régimen de Punto Fijo han impedido la creación de reemplazos legítimos. La táctica utilizada por la nueva élite dominante para reemplazar las instituciones existentes unilateralmente por otras cuya intención es la de establecer una relación directa entre el líder y ciudadanos, Estado y sociedad, le ha echado combustible a la confrontación. La confrontación se ha intensificado en la medida en que estas instituciones recientemente impuestas han sido utilizadas para producir cambio social”.

Jennifer, welcome home, baby. You know, to the gray zone.

Thursday, February 17, 2005

The Tal Cual editorial about abuses of power in administering the help for the victims of the Vargas 2 disaster.

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Jueves 17 de Febrero de 2005
TalCual

Caridad con uñas

Escuche el editorial de hoy leído por
TEODORO PETKOFF


En la Biblia está dicho: que tú mano izquierda no sepa lo que hace la derecha. La sabiduría del común lo condensa en un refrán: Haz bien y no mires a quien. La solidaridad humana adquiere todo su pleno sentido cuando es generosa, cuando quien la brinda no espera nada a cambio. Pero existe una versión perversa de la solidaridad que es esa que los venezolanos denominamos “caridad con uñas”.

Cuando en uno de los centros de acopio en Petare se obliga a quien se presenta con paquetes solidarios a aceptar que se pegue en estos una etiqueta con el logo del MVR, antes de enviarlos a los damnificados (y si no, “llévate tu vaina” ), estamos en presencia de caridad con uñas. Cuando en la sede de una institución oficial en Mérida es demorada durante horas la salida de los materiales debidamente empaquetados, en espera de la llegada del gobernador para tomarse la fotografía que ya veremos en los afiches electorales, estamos en presencia de caridad con uñas. Cuando la Guardia Nacional impide en algún lugar la distribución de material de ayuda por parte de quien no vista una franela roja o una cachucha del mismo color, estamos en presencia de caridad con uñas. Cuando el canal 8 transmite muchas veces al día una cuña en la cual un damnificado agradece “al presidente Chávez” la ayuda recibida, estamos en presencia de caridad con uñas. Los ejemplos en este sentido se aglomeran en nuestra redacción.

El aprovechamiento politiquero de la solidaridad, el abuso de confiscar la generosidad de todos para beneficio político del partido de gobierno y de sus funcionarios, la utilización descarada de las instituciones del Estado con propósitos sectarios de proselitismo político, en momentos en los cuales los beneficiarios de la ayuda atraviesan por la enorme desgracia de haber perdido viviendas, bienes y vidas de familiares y/o vecinos, constituye una conducta francamente miserable, absolutamente inmoral, que no puede sino llenar de indignación. Lo único que nos falta es que la ayuda se distribuya previa consulta a la infame lista del diputado Tascón.

¿Qué tiene que ver ese comportamiento, el de la caridad con uñas, con el humanismo revolucionario que se pregona? El gobierno está obligado a actuar, a poner en tensión todas sus fuerzas para hacer frente a las consecuencias de una catástrofe natural.

Es su deber. No le hace un favor a la población. Para eso fueron elegidos los mandatarios. Esa es parte de la carga que impone el ejercicio del poder. Para el Gobierno los destinatarios de su acción no pueden tener color político. Es sobre todo frente a una fatalidad cuando el Estado y el Gobierno están más constreñidos que nunca a tener conciencia de que lo son de toda la nación y no sólo de una parte de ella. El Gobierno no tiene porqué esperar -y mucho menos exigir- ninguna clase de retribución política de los damnificados a los cuales ayuda, más allá del natural agradecimiento que todo ser humano que vive horas de aflicción debe a quien le tiende una mano. Pero dar con una mano una botella de agua y con la otra exigir un voto es francamente indecente.


© 2002. Editorial la Mosca Analfabeta C.A.
Todos los derechos reservados

Sunday, February 13, 2005

A little dissertation on the amount of rain that fell on Vargas in 1999 and 2005, with the numbers on how much rain is really needed and for how long until muslides start occuring.

Tal Cual Friday

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Menos agua que en el 99 pero suficienteEn al gunas zonas de Vargas se ha superado el umbral crítico de saturación de agua de los suelos y existe riesgo de que se produzcan deslaves como en 1999 si continua lloviendo
Patricia Torres Uribe

Ayer, el presidente Chávez aseguró que "a pesar que aquí ha caído mucha más agua que en 1999, fíjate que las torrenteras han funcionado (...) El sistema defensivo que se instaló y se sigue instalando ha funcionado".A esta afirmación se podría contraponer aquel dicho pupular que reza: "ni tan calvo ni con dos pelucas". Las obras acometidas por Corpovargas en las 9 de las 23 cuencas de Vargas han funcionado, confirma el director del Instituto de Mecánica de Fluidos (IMF) de la UCV, José Luis López. Lo que no es tan cierto, sin embargo, es que ahora haya llovido más que en el 99.
Aunque el martes se superó la máxima histórica de precipitaciones en 24 horas (74,7mm), según el observatorio Cagigal, el acumulado de lluvias durante un período continuo de quince días o menos, que es lo que aumenta el riesgo de que se produzcan deslaves, fue mayor aquella vez. Desde finales de noviembre hasta el 15 de diciembre de 1999, se señala en un informe presentado a la presidencia de la República por la Autoridad Única de Vargas en junio de 2000, cayeron sobre el estado costero 911mm, mientras que ahora en cuatro días se registran promedios que van de 150 a 200 mm. Ahora bien, está cantidad de agua, explica López, basta y sobra para desatar las alarmas, porque se corresponde justamente con el valor crítico de saturación del suelo para el litoral central. "En nuestros estudios hemos visto que cuando se llega a valores acumulados cercanos a los 150 o 200 mm en períodos de hasta 15 días continuos, cualquier lluvia adicional puede comenzar a producir deslizamientos de los suelos de la montaña que ocasionen luego aludes torrenciales como los del 99". Por esa razón, confirma López, el IMF ha sugerido a las autoridades, no descartar la evacuación de ciertos sectores en la costa de Vargas, si continua lloviendo como hasta ahora.

Aunque el martes se superó la máxima histórica de precipitaciones en 24 horas (74,7mm), según el observatorio Cagigal, el acumulado de lluvias durante un período continuo de quince días o menos, que es lo que aumenta el riesgo de que se produzcan deslaves, fue mayor aquella vez.Desde finales de noviembre hasta el 15 de diciembre de 1999, se señala en un informe presentado a la presidencia de la República por la Autoridad Única de Vargas en junio de 2000, cayeron sobre el estado costero 911mm, mientras que ahora en cuatro días se registran promedios que van de 150 a 200 mm.Ahora bien, está cantidad de agua, explica López, basta y sobra para desatar las alarmas, porque se corresponde justamente con el valor crítico de saturación del suelo para el litoral central."En nuestros estudios hemos visto que cuando se llega a valores acumulados cercanos a los 150 o 200 mm en períodos de hasta 15 días continuos, cualquier lluvia adicional puede comenzar a producir deslizamientos de los suelos de la montaña que ocasionen luego aludes torrenciales como los del 99".Por esa razón, confirma López, el IMF ha sugerido a las autoridades, no descartar la evacuación de ciertos sectores en la costa de Vargas, si continua lloviendo como hasta ahora.
This is a reconstruction of the Vargas "recovery process" since 1999. By Tal Cual on Friday

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Crónica de una falsa reconstrucción

La creación de Autoridad Unica y Corpovargas, además de la asignación de aproximadamente 825,5 millardos de bolívares más 182.5 millones de dólares no fueron suficiente para reconstruir Vargas.¿Qué falto? En un viaje en el tiempo se enumeran los tímidos logros de las autoridades y las muchas carencias que persistían en la entidad durante su despertar del pantano.Pero más de cinco años de obras no lograron amainar los embates de las actuales lluvias

Dulce María Rodríguez

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“SI LA NATURALEZA SE OPONE” (16 de diciembre 1999)
Las lluvias caídas entre el 14 y el 16 de diciembre sellaron el fin de las festividades navideñas de 1999 antes que éstas comenzaran. En vísperas del referéndum para aprobar la nueva Constitución, lo más importante para el gobierno parecía ser que la gente saliera a votar, al punto que, cuando se le advirtió de la amenaza de las lluvias, el presidente Chávez citó la célebre frase del Libertador, “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.

Horas más tarde, el deslave le hacía tragar sus palabras. En Vargas, Falcón y Distrito Federal se desbordaron quebradas, hubo deslizamientos de cerros y algunas vías se desplomaron mientras otras colapsaron. Hubo playas que desaparecieron. El 72% de la población de Vargas quedó afectada. Ocho mil viviendas fueron devastadas, cinco hospitales y ambulatorios quedaron destruidos. Las pérdidas se calculron en más de 4 mil millones de dólares. Pero el costo mayor de la tragedia mayor fueron los más de 12 mil muertos y desaparecidos. En vista de la magnitud del drma el gobierno aprobó 22 millardos de bolívares para afrontar acciones de emergencia.


AYUDA INTERNACIONAL (18 de diciembre 1999)
El embajador de EEUU, John Maisto, acuerda enviar 75 mil dólares a través de las empresas que operan en Venezuela, además de helicópteros UH-60 Blackhawk. El secretario general de la OEA, César Gaviria, moviliza recursos del Fondo de Asistencia para Situaciones de Emergencia. El gobierno de España dona medio millón de dólares para la adquisición de medicinas y México ofrece hospitales móviles de campaña, dotados de medicamentos y camas, junto a un grupo de 190 especialistas en rescates. Israel valioso otorgó material farmacéutico.


DANZA DE LOS MILLARDOS (22 de diciembre 2000)
Finanzas y Coordiplan manejarían un fideicomiso con recursos provenientes de la emisión de bonos por 600 millardos de bolívares para labores de rescate y reconstrucción.

A esa cifra se sumaron 4 millones de dólares de las donaciones externas en efectivo y 104,5 millardos de bolívares del Fondo de Inversiones de Venezuela.

Por su parte, la Asociación Bancaria de Venezuela recauda un total de 1.907 millones de bolívares.


DAMNIFICADOS NO; DIGNIFICADOS (30 de diciembre 2000)
En su idea de desconcentrar poblaciones en condiciones de alto riesgo, Chávez inaugura Pueblo Guri, en el estado Bolívar, un asentamiento construido para más de 1.200 personas, a quienes se les asignan 264 apartamentos cedidos en comodato por la CVG. Allí, los ‘dignificados’, como los llamó Chávez, realizarían actividades productivas e impulsarían polos de desarrollo.

Dos años después denuncian su fracaso


EDUCACIÓN PRIMERO (5 de enero 2000)
El Banco Mundial don 12,5 millones de dólares para la construcción de 50 escuelas en las regiones devastadas (Vargas, Falcón y Miranda). Más nunca se habló de este proyecto y nadie sabe si llegaron a cumplirse.


AUTORIDAD UNICA (10 de enero 2000)
El ministro de Ciencia y Tecnología, Carlos Genatios, es designado Autoridad Unica para la reconstrucción del estado Vargas.


AYUDA EN DÓLARES (11 de enero 2000)
El canciller José Vicente Rangel informa que la comunidad internacional habría donado unos 40 millones de dólares para los trabajos de reconstrucción.


HÁGASE LA LUZ (13 de enero 2000)
La Corporación Financiera Internacional (CFI) otorgó un préstamo de 30 millones de dólares a La Electricidad de Caracas, a fin de restituir el servicio en el estado Vargas.


YANKEES GO HOME (Martes 18 de enero 2000)
Sorpresivamente, el gobierno rechaza un contingente de ayuda proveniente de EEUU. El embajador Maisto descarta cualquier impasse y explica “que Venezuela pidió colaboración de ingenieros, no de tropas norteamericanas; pero luego decidió que no necesitaba esta clase de ayuda”. EEUU había ofrecido 25 millones de dólares y la construcción de un puente militar.





DÓLARES REALES ( 22 de febrero 2000)
El Principe Felipe de Borbón anuncia un préstamo de 100 millones de dólares, previstos en el programa de cooperación hispano-venezolano.


NACE CORPOVARGAS (8 de julio 2000)
El presidente Chávez crea la Corporación Vargas (Corpovargas), organismo que se encargaría de materializar los proyectos aprobados por la Autoridad Unica.


CON LA BOTIJA VACÍA (11 de Septiembre 2000)
Humberto Fontana, presidente de Corpovargas, asegura no haber recibido los recursos solicitados –unos 500 millardos de bolívares– por lo que asegura no tener prevista la fecha de inicio de las obras.


EUROPA SOLIDARIA (15 de diciembre 2000)
Un total de 55 millones de euros serían ejecutados por la Comisión Europea para la reconstrucción del Estado en 4 años.


TRISTE ANIVERSARIO (16 de diciembre 2000)
A un año de la tragedia, las lluvias atacan de nuevo.

Según la Autoridad Unica, esa semana se registraron 1.437 nuevos damnificados, y fueron demolidas 370 viviendas en condiciones de riesgo. Los turistas seguían alejados y predominaba la imagen de pueblo fantasma.

Pero Hidrocapital asegura que todas las parroquias disponen de agua potable por tubería y las aguas servidas estarían recuperadas en 60% . El 95% de los cauces de las 21 quebradas con mayor saturación de lodo, piedras y escombros “está limpio”. Aseguran también haber repavimentado la avenida Atlántida en Catia La Mar; el


¿DÓNDE ESTÁN LOS REALES? (16 de diciembre 2001)
El diputado Pedro Castillo solicita al gobierno nacional información sobre el destino de 73 millardos de bolívares de los 80 aprobados por la Asamblea Nacional Constituyente para Corpovargas. Denuncia que al menos Bs 400 millardos de los 697 millardos que fueron admitidos (como parte de una ley de endeudamiento especial prevista para situaciones de emergencia) corren el riesgo de perderse el 24/1/2002 si el Ejecutivo no presenta para esa fecha a la banca nacional e internacional los proyectos en los que será invertido el dinero.


¿DÓNDE ESTÁN LOS REALES? (16 de diciembre 2001)
El diputado Pedro Castillo solicita al gobierno nacional información sobre el destino de 73 millardos de bolívares de los 80 aprobados por la Asamblea Nacional Constituyente para Corpovargas. Denuncia que al menos Bs 400 millardos de los 697 millardos que fueron admitidos (como parte de una ley de endeudamiento especial prevista para situaciones de emergencia) corren el riesgo de perderse el 24/1/2002 si el Ejecutivo no presenta para esa fecha a la banca nacional e internacional los proyectos en los que será invertido el dinero.


EMERGEN DEL PANTANO (16 de diciembre 2002)
A un año de constituirse como estado, y a tres de la devastación, Vargas intenta progresivamente su resurgimiento.

Se cuentan 59 obras adelantadas que lograron poner operativo 30% de Los Corales, pero lo demás sigue abandonado. En Corpovargas aseguran que se le asignaron Bs. 112.800.000 y sólo han ejecutado Bs. 44 mil 600 millones, con la certeza de que “hacen falta dos generaciones para reconstruir la entidad”. Construyeron las presas de gavión en las quebradas de Galipán, Dos comadres y Osorio, ríos Piedra Azul y Anare. Recuperaron la plaza Las Palomas, La Guzmania y la casa de Joaquín Crespo. Adelantan una primera etapa del balneario Camurí Chico y los puentes del Tigrito y rió Naiguatá.


CUATRO AÑOS DESPUÉS (15 de diciembre 2003)
Anuncian el asfaltado del tramo Naiguatá-Camurí Grande, pero de la avenida que bordearía de Camurí Chico a Caraballeda no hay sino polvo, lo que evidencia la desidia de las autoridades. Los Corales y Carmen de Uria quedan como testimonio de lo que no se logró de terminar de hacer.

Se rehabilitó el drenaje de la avenida Soublette y colocan la tubería de impulsión de aguas servidas, así como la aducción del sistema Maya Picure, conjuntamente con Hidrocapital, con lo cual garantizan el suministro de agua.

También construyeron 21 presas de gavión. No obstante, el paisaje sigue sin cautivar a los turistas.




VALLAS ELECTORALES 16 de diciembre 2004)
La gobernación de Vargas asegura haber construido 84 “grandes obras”, con una inversión de Bs 87 millardos, además de poner en ejecución 20 millones de bolívares para otras labores, sin terminar de convencer.Dicen que 90% de la vialidad principal fue “recuperado” pero las inmensas rocas atravesadas obligaban a dar giros que congestionan el tránsito. La infraestructura escolar y hospitalaria supuestamente fue mejorada, las casas se reedificaron y removieron más de 12 millones de metros cúbicos de sedimentos y rocas, pero falta otro tanto igual por hacer. El servicio de electricidad fue restituido en 92%, pero la polvareda arruina el paisaje diurno. Adicionalmente invirtieron Bs 10 mil millones en la renovación de 8 playas, que sí presentaban una cara amigable.
Two articles about the mendacity of the Chavez administration.

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Milagros Socorro in El Nacional last Thursday

La catástrofe perpetua

Dos desastres están produciéndose a la vez en Venezuela.

Y lo más grave es que ambos se perciben como naturales. El primero es el que supone el agua, convertida periódicamente de fuente de vida en amenaza; y el segundo, es la degradación de nuestro sistema político, que en la actualidad sólo tiene de democrático la parodia electoral, tolerada y, sobre todo, amañada, precisamente para mantener la ficción de democracia.

Estas dos catástrofes se entrelazan cada cierto tiempo mediante otro ritual paródico –por lo que tiene de sustituto falaz de la justicia, del buen gobernar y del ejercicio de la ciudadanía en un marco democrático–, que es la “solidaridad”.

Con el compulsivo acarreo de enlatados, pañales desechables, cobijas y medicamentos se produce la falsa impresión de que la sociedad está unida y que, “pese a las diferencias, a la hora de la tragedia, todos somos hermanos” ; una de esas versiones tramposas que circulan en los imaginarios colectivos con la fluidez y propiedad de una góndola, muy cómoda y confiada porque sabe que no habrá de tropezarse con ningún freno crítico, para eso va impulsada por el sentimentalismo y la condescendencia.

Sería interesante evaluar alguna vez para qué han servido los brotes de “solidaridad” a los que nos entregamos cada vez que la naturaleza cumple con las advertencias que ha venido dando (porque lo cierto es que el conocimiento y la experiencia acumulados y los métodos de detección de variaciones en el comportamiento de los fenómenos naturales son, en la actualidad, a tal punto sofisticados, que es difícil encontrar un episodio en que el paisaje madrugue a la burocracia).

Una indagación seria podría mostrarnos que en realidad no resolvemos nada; que nuestros donativos podrían haber sido desviados a la alacena de quién sabe qué funcionarios; que al no haber planificación en el acopio, se recogió muchísimo de esto y poquísimo de lo otro, justamente de lo que sí hubiera podido resolver, al menos por unas horas... en fin, podríamos estar participando de una especie de folklor de la solidaridad, algo así como una burriquita o un pájaro guarandol que sí, tiene su gracia, pero que no es sino un simulacro de la resolución de problemas. Pero lo que definitivamente sí logra la celebrada solidaridad es conectar los dos desastres y producir la engañosa sensación de que se están mitigando tanto uno como otro.

UN DESASTRE NATURAL ES UN FENÓMENO NORMAL DE LA NATURALEZA QUE SE SALE DE QUICIO Y AFECTA A LA SOCIEDAD Y SU ENTORNO no por lo que tiene de excepcional sino por la impericia o la falta de habilidad de quienes están en el deber de preverlo, contenerlo hasta donde sea posible y proteger a las posibles víctimas de sus embates. Si esto no ocurre, si un fenómeno normal de la naturaleza deviene en catástrofe es porque hay una situación de ineptitud, de irresponsabilidad o de lenidad.

Esto hay que tenerlo muy presente para juzgar con propiedad qué es lo que está ocurriendo y dejar de verlo como algo “natural” o atribuible a los furores de la naturaleza.

Así como el turismo de playa, pongamos, no se explica únicamente por la singularidad o belleza de los escenarios que lo atraen en masa rentable (sino que hay una organización experta y que sabe usar muy bien el recurso disponible) de la misma manera los eventos físicos naturales que matan gente y rebasan la capacidad local para evitar que se destruya la propiedad y se produzcan otro tipo de pérdidas, pueden ser achacables a alguien, muy concretamente a quien debió preverlos y prevenirlos.

Más en el caso de las inundaciones –que constituyen el desastre más usual en Venezuela– que no suelen ser ni inusuales, ni inesperadas ni repentinas. Un riesgo conocido, calculado, previsible y muchas veces vivenciado se convierte en desastre cuando no hay nadie que impida su repetición con las mismas consecuencias fatales. De manera que no es natural que algo que se espera se convierta en desastre.

Si fuera muy natural que la naturaleza cada tanto cobrara sacrificios humanos, entonces cómo se explica que el promedio de Suecia es de una persona muerta cada cuatro años por todos los desastres naturales juntos durante el último medio siglo, mientras en Nicaragua es de 139 víctimas mortales al año por inundaciones, 87 por rayos, 82 por tornados y 27 por huracanes. ¿No hay huracanes en Suecia? Es verdad que este país no se encuentra en el llamado cinturón de fuego –donde sí están Nicaragua y Japón– que continuamente es afectado por terremotos, volcanes y ciclones tropicales. Pero la nieve y el hielo ofrecen un amplio inventario de situaciones peliagudas, como avalanchas, congelación de los caminos, colapso de techos por su peso y destrucción de infraestructura por la formación de hielo en el subsuelo, entre otras.

El caso es que las cuentas de muertos por inundaciones han disminuido en el mundo en los últimos veinte años porque China, gran campeón de esta categoría, ha construido un gran número de presas como medida de mitigación de estos eventos. Y es también muy elocuente el hecho de que los dos terremotos que cobraron mayor número de víctimas en Europa en el siglo XX, se produjeron en una región muy pobre en el sur de Italia, en 1908 y 1915, con un saldo de 95.000 fallecidos. En la actualidad, la Unión Europea presenta la misma tendencia a la siniestralidad de los Estados Unidos, ambos territorios tienen áreas seguras y áreas potencialmente peligrosas.

Los datos expresan con toda claridad el hecho de que los riesgos son naturales, los desastres no tanto; ya que está demostrado que éstos resultan de la combinación de una naturaleza riesgosa y la falta de manejo adecuado de sus estallidos.

DESDE LUEGO, EL CUADRO DE LLUVIAS E INUNDACIONES QUE ESTAMOS ENFRENTANDO EN ESTOS DíAS EN VENEZUELA NO CALIFICA PARA DESASTRE NATURAL.

Es un “estado de emergencia”, como lo han definido las autoridades.

De cualquier manera, no hay una tabla fija para cuantificar un episodio como desastre. Se ha hablado de categorías como: más de 100 muertos, más de 100 heridos o más de un millón de dólares en daños, lo que no tiene que ocurrir a la vez.

Piénsese, por ejemplo, que un tornado que pase por Miami puede provocar un millón de dólares en pérdidas (interrupción de la llegada de turistas, caída en las ventas de lo que sea, horas no laboradas) pero apenas daña un par de residencias y no deja que lamentar ni un muerto. Los países de menor ingreso definen un desastre por el número de víctimas, y los de mayor ingreso, por las pérdidas económicas.

No todas las sociedades tienen la misma percepción del peligro y lo peligroso. De esa valoración subjetiva depende la predisposición de los países a generar métodos de prevención, sistemas de mitigación y alerta, y, una vez ocurrido el desastre, a poner en marcha planes de reconstrucción y correctivos para que la catástrofe no regrese por sus fueros.

Puede ocurrir, también, que una sociedad relativice los asedios a los que se expone; que le reste importancia a ciertos, terribles, signos de que ha entregado su destino a los heraldos del atraso y el autoritarismo; que llegue a considerar que su propia fatiga con la democracia equivale al vencimiento de este sistema.

Y este riesgo, tan claramente anunciado, puede disolverse en un cataclismo. No sería la primera vez que se cumple el vaticinio de un deslave.

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Teodoro Petkof in Tal Cual last Friday

¡Eureka: la culpa es de Bush!


Hoy es preciso comenzar con dos reconocimientos. Uno, a la eficiencia, organización y dedicación de los grupos aéreos del Ejercito y de la Armada, que llevaron adelante, con sus grandes helicópteros y con la colaboración de decenas de pequeños helicópteros privados, el puente aéreo que hasta ayer en la tarde había rescatado a varios miles de temporadistas atrapados en las zonas este y oeste del Litoral Central, cuyo traslado hasta el puerto de La Guaira fue completado por las fragatas de la Marina. Lo hicieron estupendamente bien y deben ser felicitados.

El segundo, a la paciencia, la serenidad y ese maravilloso sentido del humor de los venezolanos, que no sólo permitió sobrellevar con buen ánimo la dramática experiencia que se vivía, sino que, además, contribuyó a la fluidez de los operativos de rescate, por la magnífica disciplina que se mantuvo en todo momento. Lo vimos personalmente, en Naiguatá y nos complace poder registrarlo hoy.

Pero dicho esto, es preciso volver sobre el tema de las responsabilidades humanas en la magnitud del desastre que nuevamente azota al estado Vargas. Ayer habló el Presidente. Comprendiendo que habría resultado risible, después de seis años, culpar a los gobiernos anteriores, eludió, sin embargo la responsabilidad del suyo, y la trasladó a los países poderosos. Serían ellos, con su contribución al calentamiento de la tierra, a la contaminación de aire, aguas y tierras, quienes habrían producido los cambios climatológicos que causan tantos desastres naturales. Hasta se permitió la insólita mención al protocolo de Kyoto sobre la lucha contra la contaminación de origen petrolero, sin siquiera parpadear ante el hecho de que su gobierno lo suscribió a regañadientes, entre los últimos que lo hicieron, cuatro años después de que fuera aprobado.

Ese discurso está bueno para Porto Alegre ante su público cautivo pero en el caso concreto de Vargas resulta una demostración de caradurismo.

Porque si bien es cierto que la naturaleza y el clima pueden golpear muy duro y ahora más que antes, toca a las sociedades y sus gobiernos, hacer lo necesario para prevenir o reducir los efectos de los elementos desatados. En Vargas, después de cinco años, equipos incompetentes y nimbados por fuertes rumores de corrupción, han puesto una megaplasta. No es verdad lo que dijeron Chávez y Rangel (y seguramente será la canción que repetirán Izarra y su combo) que lo hecho hasta ahora impidió una tragedia mayor.

Falso de toda falsedad. Como es falsa la afirmación que hacen ambos de que ahora cayó más agua que en 1999. Mentira podrida. Precisamente lo que nos salvó de algo peor es precisamente que esta vez no llovió durante quince días continuos sobre el Avila. Si algo parecido hubiera ocurrido, el Litoral estaría nuevamente llorando miles de muertos. Porque Vargas no está en capacidad de resistir los embates de un deslave en el Avila. Comenzando por el sistema de alarma previsto, que nunca fue implementado.

El mero dato de que después de cinco años sólo 10 de las 23 cuencas hidrográficas fueron intervenidas, ya es suficiente para que todo el equipo de Corpovargas sea destituido. A confesión de parte, relevo de pruebas. La tarea prioritaria fue la menos atendida. Pero, además, lo poco que se hizo, como apunta el ex ministro Genatios, se hizo erróneamente.

Sin hablar del abandono de todos los proyectos elaborados por la Autoridad Unica y que Corpovargas desestimó, para optar por soluciones mediocres, que, por lo mismo, según rueda por todo el Litoral, habrían dado lugar a toda clase de guisos.

En lugar de buscar la paja en el ojo ajeno, Chávez debe verse la viga doble T que tiene en su propio ojo.

No se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo. Palabras de Abraham Lincoln .

Thursday, February 10, 2005

Two editorials of Teodoro PEtkoff on Vargas II

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DESASTRE anunciado
Teodoro Petkoff - Tal Cual

Ala hora en que se escribe este editorial de hoy (7:00 am) la población de Naiguatá está totalmente aislada por las aguas del río que la bordea por el oeste, mientras continúa lloviendo torrencialmente. Bastantes pobladores se han desplazado hacia la parte alta del pueblo. En todo el Litoral las quebradas que caen del Avila se desbordaron. Afortunadamente no parece haber víctimas que lamentar, aunque hay considerables daños materiales. Desde luego que lo ocurrido hasta ahora ni remotamente se parece al deslave de 1999, pero sólo por una razón: no ha llovido sobre el Avila durante los quince días previos.

Aun así, la ocasión es propicia para replantear el debate sobre las obras que se realizaron en las quebradas para, supuestamente, impedir justo lo que acaba de ocurrir: que una lluvia prolongada produjera su desbordamiento, con la consecuencial amenaza a vidas y bienes. Es obvio que estos la recuperación del estado Vargas, porque habrían de ser ellos los que protegerían, en el futuro, todo cuanto allí está emplazado.

Pues bien, tal como se cansó de señalarlo el ingeniero Carlos Genatios, primer titular de la Autoridad Unica de Vargas, posteriormente sustituido por razones no explicadas, las soluciones que se adoptaron para las quebradas de Vargas fueron conceptualmente equivocadas, desoyendo a ese respecto lo que planteó el equipo multidisciplinario creado para las labores de reconstrucción de Vargas.

“Insistimos también –escribió Genatios el 8 de abril de 2004, en TalCual– en la inseguridad de obras realizadas por Corpovargas en 2003 para el control de torrentes, especialmente las represas de gaviones.

Se construyeron así futuros desastres”.

Anteriormente, el 26 de febrero del mismo año (TalCual) Genatios apuntó que en los torrentes de Vargas se habían cambiado obras de concreto armado por gaviones, sin tomar en cuenta cuenta que “el barro movió enormes piedras al hacerlas flotar en diciembre de 1999 y por lo tanto podrá hacer flotar gaviones, simples cestas metálicas con piedras”. El 23 de diciembre de 2003 (TalCual), Genatios había advertido que “Con el problema de los gaviones en Vargas, Corpovargas no sólo generó una duda en la población, sino que ahora, tratando de salvarse, pone en duda el conocimiento de valiosos profesionales nacionales... siendo que sus opiniones habían sido tomadas en cuenta en proyectos que Corpovargas dejó de lado”.

Aquí está el dedo en la llaga. Para Vargas, con la cooperación de las universidades nacionales, fueron diseñados planes de recuperación y desarrollo, abandonados, una vez que Genatios salió del cargo y se creó Corpovargas, a cuya cabeza han estado dos altos oficiales que han hecho de esa corporación un emblema de suprema incapacidad administrativa.

No se necesitan palabras. No hay sino que visitar Vargas para comprobarlo..

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QUIEN responde POR VARGAS
TEODORO PETKOFF - Edit. Tal Cual


Lo que para la mañana de ayer era el anuncio de un desastre, se fue concretando en el curso del día. Vargas, apenas cinco años después del deslave de 1999, nuevamente es víctima de un cataclismo natural. Pero esta vez no es posible culpar sólo a la naturaleza ni, por supuesto, a la desidia, irresponsabilidad e imprevisión de gobiernos anteriores, sino que es necesario exigir cuentas a quienes, durante cinco años, han tenido a su cargo la recuperación de esa franja costera y la planificación e impulso de su desarrollo en nuevas condiciones.

Hablamos fundamentalmente de Corpovargas, dirigida ahora por el general Alejandro Volta, y de la gobernación del Estado, en manos del mayor Antonio Rodríguez San Juan, quienes deben responder ante el país por la gigantesca ineptitud que ha permitido la repetición de una catástrofe, sí bien no de la misma y letal magnitud que la de 1999, sí muy destructiva y peligrosa.

Corpovargas debe explicar por cuáles razones dejó de lado todos los proyectos que en una dura labor de seis meses preparó la comisión multidisciplinaria convocada por la Autoridad Unica de Area del Estado Vargas (AUAEV) y que contó con la participación a fondo de los más calificados urbanistas del país.

El Instituto de Urbanismo de la UCV, la Maestría de Desarrollo Urbano de la Metropolitana y el Instituto de Estudios Regionales y Urbanos de la Simón Bolívar prestaron la más decidida colaboración.

¿Por qué Corpovargas descartó estos trabajos? El problema no esta sólo en lo que no se hizo en estos cinco años sino, peor aún, en lo que se hizo mal. Hoy el gerente general de Corpovargas (léase en la página 2) aduce que la institución no recibió recursos suficientes para los trabajos que debía efectuar.

¿Qué se hicieron los dineros de la ayuda internacional y los recursos presupuestarios que cada año se inyectan al ente? En todo caso, ya comienza el peloteo. Corpovargas acusa al gobierno central.

Pero Corpovargas tiene mucho que explicar.

No ha hecho otra cosa que administrar la recuperación vegetativa de la zona. Cuatro años, ¡cuatro años, carajo!, les tomó despejar y reasfaltar la carretera central y recuperar los servicios públicos esenciales. Apenas el año pasado la gobernación reacondicionó algunas playas. Y hasta ahí. ¡Cinco años para parir ese ratón! Todos los planes para recrear el Litoral como zona de identidad propia y vital para Caracas y el país, todos los planes de vivienda, turismo, ordenamiento territorial, red vial, nueva red de acueductos y cloacas, etc., etc., fueron descartados por Corpovargas. Pero lo peor, porque atañe a las obras hidráulicas para proteger a la zona de futuras inundaciones y avalanchas de lodo y piedras, fue el abandono y modificación de los proyectos para las 23 cuencas de las quebradas y ríos. Delegaciones de Japón, China, Austria, Francia, Italia, España, Noruega y Estados Unidos contribuyeron con la evaluación ambiental y participaron, junto a los especialistas venezolanos, en la preparación de proyectos de obras de protección de cuencas, ante flujos torrenciales. Todo esto fue modificado a partir de conceptos equivocados por Corpovargas. El debate conceptual ha sido zanjado por la naturaleza:
el colapso de las torrenteras (la de la quebrada de Mamo ni siquiera fue construida y hoy allí está una de las peores zonas de desastre) habla por sí solo.

Como lo advirtieron durante años tanto el propio Carlos Genatios, ex ministro de Ciencia y Tecnología y jefe de la AUAEV, institución que llevó a cabo los diseños que hoy recordamos, así como el diputado Pedro Castillo, todo se hizo de modo tal que una lluvia fuerte no podía dejar de producir la calamitosa situación actual. ¿Esto se va a quedar así? ¿Por esto no responde nadie?¿Nadie va pedir cuentas por esto? ¿Chávez no se siente obligado a explicarle al país cuál es su responsabilidad en la actuación de sus funcionarios? Después que terminen los trabajos de rescate y de recuperación esencial en Vargas es necesario abrir una investigación a fondo sobre lo actuado en esa infortunada región, donde la peor desgracia, por lo visto, no ha sido la de origen natural sino la presencia de gente incompetente al frente de los organismos encargados de protegerla.