Tuesday, December 07, 2004

Letter to El Salvador Government to explain the judicial mess that they have created by refusing to grant asylum.

===================================

Caracas, 4 de diciembre de 2004

Señores Presidente y Canciller de la República de
El Salvador

San Salvador

Excelentisimos Señores:

Con el rigor de estílo y el debido respeto elevo
a ustedes mi más sentida protesta y presento un
reclamo, como ciudadano venezolano y
latinoamericano, por el tratamiento y el
procedimiento utilizado por su Gobierno ante la
solicitud de asilo que fuera formulada por los Ex
Comisarios Vivas y Forero.

En primer lugar, no es cierto que sobre estos
servidores públicos existía una decisisón judicial
de privación de su libertad y mucho menos una
condena. Por el contrario, a raíz de las últimas
elecciones y después que habian dejado sus cargos
en la Alcaldía Metropolitana se había anunciado que
iban ser imputados por hechos sucedidos el 11 de
abril de 2002, cuyo contenido político es
incuestionable. Además, sólo despues de días de su
entrega por el Gobierno Salvadoreño a las autoridades
policiales venezolanas, fue cuando se acordó su
detención. En segundo lugar, aún en ese caso el
asilo se justifica por razones humanitarias. En
tercer lugar, atenta contra la universalidad de los
derechos humanos si la protección del asilo es negada
a personas que no sólo no cuentan con la
protección de su Estado , sino que son perseguidas
y violentadas por éste. A su Gobierno le hubiera
bastado consultar los Informes de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos , de la Comisión
Internacional de Juristas y de Human Rights Watch y
de Facultades de Derecho venezolanas, sobre el estado
de los derechos humanos en Venezuela y acerca de la
desprotección de estos derechos por las instituciones
públicas y judiciales , para concluir
objetivamente sobre la situación de indefensión de
estos ciudadanos. En cuarto lugar, el asilo es hoy
día, según el derecho internacional e interamericano
de los derechos humanos , un derecho de las
personas y no un privilegio de los Estados que
éstos pueden negar injustamente escudandose en su
soberanía para permitir violaciones a la dignidad
humana. En quinto lugar, los países verdaderamente
democraticos han de practicar una política de asilo
cónsona con su discurso sobre el reconocimiento
universal de los derechos humanos. De modo que que
no pueden negar el asilo a quienes tengan que
salir de sus países por motivo de persecuciones
póliticas o ideológicas, y, como en el caso
concreto de los Ex Comisarios Vivas y Forero,
porque se consideran desprotegidos e indefensos en
su páis. Su Gobierno olvidó que en el derecho
internacional de los derechos humanos todo
individuo tiene derecho de abandonar cualquier
país, incluyendo el suyo, si se sienten violentados
en sus derechos fundamentales. En sexto lugar, su
Gobierno actúo parcializadamente al negarse a
recibir a los familiares de los Ex-Comisarios Vivas
y Forero y al Comisionado de Derechos Humanos de
la Conferencia Episcopal Venezolana y a
acreditados voceros de organismos no gubernamentales
y apolíticos defensores de estos derechos, a
quienes no se trató ni siquiera con el respeto
debido a sus personas y a las instituciones que
representan. En séptimo lugar, la negativa de asilo
a los Ex -Comisarios Vivas y Forero, sienta un
nefásto precedente para la eficacia del sistema
interamericano de protección de los derechos
humanos. Y, en octavo lugar, por lo no convincente
de la justificación de su Gobierno al negar la
solicitud de asilo, en el presente caso fueron
preminentes la protección sus intereses
geopolíticos y económicos , que el carácter
universal e indivisible de los derechos humanos
que´protegía a los Ex-Comisarios Vivas y Forero
como ciudadanos latinoamericanos.

¨Por otra parte, la negativa de su Gobierno de
recococer y otorgar asilo a los Ex - Comisarios
Vivas y Forero, es una inconsecuencia con la
actitud de gobiernos democráticos venezolanos que
no dudaron en reconocer ese mismo derecho a
ciudadanos salvadoreños que se encontraban en
situaciones parecidas de desprotección e indefensión
por motivos de la persecución política , fruto de la
intolerancia y el autoritarismo, que afectó a su páis
y que encontraron en la representación diplomática
venezolana y en Venezuela la protección que no
les daba el Estado salvadoreño; a riesgo incluso
de la propia integridad de nuestros Embajadores y de
su familias. E, igualmente, la protección que
otorga el derecho de asilo no puede sustituirse
mediante actas de garantías de otros gobiernos,
como lo hizo el Gobierno Salvadoreño; que constiuye
la mejor prueba que en verdad ese Gobierno consideró
riesgosa la situación en que se encontraban los Ex -
Comisarios Vivas y Forero. Si no era cierto que
se temía por la violación de sus derechos humanos,
¿ por qué su Gobierno tuvo que buscar garantes de su
protección al entregarlos a las autoridades
venezolanas ?.

Les hago el presente reclamo con fundamento en el
derecho que tiene toda persona de someter quejas y
reclamos sobre violaciones de derechos humanos a
las respectivas instancias administrativas y a ser
atendido en los términos previstos en las
legislaciones nacionales, como lo reconocen los
instrumentos de derechos humanos.

De ustedes, con todo respeto, quedo atentamente,

Dr. Román J. Duque Corredor

Ex- Magistrado de la Corte Suprema de Justicia de
la República de Venezuela

Individuo de Número de la Academía de Ciencias
Políticas y Sociales.

Miembro de la Comisión Andina de Juristas

Profesor de Derecho Constitucional de Postgrado de la
Universidad Católica Andrés Bello

Exprofesor de la Universidad Central de Venezuela

Miembro del Directorio del Capitulo Venezolano del
Instituto Latinoamericano del Ombusman

Monday, November 29, 2004

A Wall Street Journal on the Ukrainian situation, courtesy of a reader with access to the WSJ.



The Communist Curse

By DAVID SATTER
November 29, 2004; Page A14

The confrontation over the Ukrainian presidential election results
will determine the future not only of Ukraine but also of Russia. In
this sense, the decision that will be made by Ukraine -- whether it
will be ruled by laws or by men -- is the most important that has
faced a former Soviet republic since the fall of the Soviet Union.

The Ukrainian election campaign bore absolutely no resemblance to a
fair contest. Viktor Yushchenko, the opposition candidate, was denied
media coverage and was almost certainly poisoned. Viktor Yanukovich,
the prime minister, won because, according to an independent watchdog
group, 2.8 million ballots were falsified in his favor. There were
impossibly high turnouts recorded in Yanukovich strongholds, for
example, 96.3% in the Donetsk district and 88.4% in Lugansk, and all
but nine opposition poll watchers were barred from 2,000 polling
stations in these regions.

Despite this, Vladimir Putin congratulated Yanukovich on a "convincing
victory" and the elections were described as "transparent, legitimate
and free" by observers from the Commonwealth of Independent States.
The support by Russia for obviously tainted elections has been
attributed to Russia's desire to prevent Ukraine from slipping out of
Russia's "gravitational field." Mr. Yushchenko, who is pro-Western,
supports Ukrainian membership in the European Union and NATO whereas
Mr. Yanukovich is against Ukraine's early adherence to either
organization and supports instead its participation in a "single
economic space" including Russia, Belarus and Kazakhstan.

More important than the blow that a Yushchenko victory would give to
Russia's desire to dominate the former Soviet space, however, is the
blow it would deliver to the emerging authoritarian regime in Russia.
The last three presidential elections in Russia were no fairer than
the one in Ukraine, and if the Ukrainians are successful in assuring a
peaceful transfer of power, it will give new hope to those who want to
see democracy triumph in Russia as well.

Mr. Yanukovich is the candidate of the government of President Leonid
Kuchma, a regime that is corrupt and criminalized even by the unsavory
standards of the Commonwealth of Independent States. Mr. Kuchma, the
former director of a Ukrainian rocket factory, handed the Ukrainian
economy over to a group of communist bureaucrats-turned-businessmen
who proceeded, as in Russia, to use their corrupt connections to
officials to pillage the country's resources at the expense of its
hapless population.

The root of the oligarchs' wealth was Russian gas bought at low prices
and sold in Ukraine at a huge markup. The oligarchs enjoyed
government-sanctioned monopolies, so their profits were enormous and
they often did not even pay for the gas because the government
guaranteed their credit. The oligarchic clans expanded into regional
conglomerates, taking over steel, energy and chemical production, and
insulated themselves against competition with the help of tax
exemptions and government subsidies.

The oligarchic system did little good for Ukraine, once, by some
measures, the most productive of the Soviet republics. GDP fell by 10%
a year in the '90s and Ukraine attracted less foreign investment than
even Romania and Moldova. In 1997, the World Economic Forum ranked
Ukraine 52nd out of 53 European countries in terms of competitiveness.
The system remained in place, however, because the regime controlled
parliament, suppressed the media, and, when all else failed, resorted
to terror.

Each of Ukraine's three dominant oligarchic clans has its own
parliamentary party. The Kiev-based clan of Hryhory Surkis and Viktor
Medvedchuk, which has a stake in the gas industry and power utilities,
controls the Social Democratic Party, which has 39 seats. The
Dnepropetrovsk group, headed by Viktor Pinchuk, who is married to Mr.
Kuchma's daughter, controls four big steelworks and directs the Labor
Ukraine faction, which has 42 seats. The Donetsk group, a regional
conglomerate that became rich on coal subsidies and is headed by Rinat
Akhmetov, is represented by the "Regions" faction, with 40 seats.
After the March 2002 elections, the grip of the nine oligarchic
factions in parliament was weakened but they still controlled a
majority of the 450 deputies.

The only break in this situation came with the appointment of Mr.
Yushchenko as prime minister in late 1999, after the Russian financial
crash in August 1998 threatened to push Ukraine into default. In his
brief tenure, Mr. Yushchenko cut state funding, reducing corruption
and creating equal conditions that increased competition and
production. He also made serious efforts to crack down on bribe-taking
and reform the gas sector. He was removed in a no-confidence vote
organized by the oligarchic parties and the communists in April 2001.

Besides controlling parliament, the regime manipulates the press.
Hostile newspapers were shut down and independent journalists
threatened. Channel 5, the only independent TV station, has been
disconnected in one region after another, its managers subject to
arrest. At the same time, the non-resisting media has been controlled
by secret instructions from the presidential administration. So the
four state-controlled national TV stations ignored Mr. Yushchenko
during the election campaign while giving saturation coverage to Mr.
Yanukovich.

Finally, oligarchic control is enforced with contract killings. In the
'90s, Ukraine was the scene of hundreds of such killings, the victims
including journalists and politicians. Suspicions that the authorities
were themselves behind a large number of these killings were always
widespread. The event that, for many, removed all doubt, was the
murder of Georgy Gongadze, editor of Ukrainskaya Pravda, an Internet
publication that specialized in exposing corruption among oligarchs.
In November 2000, his headless body was discovered in the woods
outside Kiev. A month later, a leader of the socialist party played a
tape in parliament in which Mr. Kuchma is heard suggesting to aides
that Gongadze be got rid of: "Deport him. Let the Chechens kidnap
him." The tape was provided by a guard who secretly taped Mr. Kuchma's
office.

When the Soviet Union collapsed, the republics that emerged as 15
independent states shared an unenviable inheritance. Presented as an
economic system, communism, in fact, was an attempt to absolutize
political goals for the purpose of destroying morality. This
unprecedented attempt to substitute the man-made for the God-given
could not but destroy the sense of individual responsibility for
millions of people who lived in the former Soviet space.

A result of the absolutization of power in the former Soviet Union is
that democracy has taken root only in the Baltic republics. In the
other republics -- with the possible exceptions of Moldova and Georgia
-- elections exist to confirm a decision that the authorities have
already made. Until a few days ago, it appeared that Ukraine was about
to strengthen this tradition. It was symbolic of the cynicism of the
present Ukrainian leadership that the deputy head of Mr. Kuchma's
administration reacted to the apparent poisoning of Mr. Yushchenko
that has left his face pockmarked and partially paralyzed by
suggesting that he should hire a food taster.

The popular revolt against the falsified election results in Ukraine
has now spread from Yushchenko partisans to members of parliament,
journalists working for state TV, and even members of the security
forces. It could, if successful, reverse the relationship between
rulers and ruled in Ukraine in a way that is dramatic enough to change
the entire political psychology of the former Soviet space. It is for
this reason that Mr. Putin has been so adamant in congratulating Mr.
Yanukovich on his "victory." The example of a free Ukraine will
morally isolate the Russian leadership, making clear that Russia can
either join the civilized world or preserve authoritarian rule, but
not do both. In this, Ukraine may repay a country that brought it
communist enslavement with an example of freedom, and with the
preconditions for a new start.

Mr. Satter, affiliated with the Hoover Institution, the Hudson
Institute, and Johns Hopkins, is the author of "Darkness at Dawn: The
Rise of the Russian Criminal State" (Yale, 2003).

Wednesday, November 24, 2004

Ahora PDVSA es de Chavez


Esta extraña jugada que sacó a Alí Rodríguez de Pdvsa, llevándolo al ministerio de Relaciones Exteriores, y sustituyéndolo por Rafael Ramírez, quien, además, conserva su cargo en Energía y Minas, ofrece mucha tela que cortar.

El PPT, partido en el cual milita Alí, ha perdido en una semana dos de sus posiciones de poder: la presidencia de Pdvsa -con mucho el cargo más importante del país después de la presidencia de la República- y el ministerio de Salud y Desarrollo Social, de donde fue “renunciado” otro pepetista, el médico Roger Capella. Tal parece que Chávez estaría redimensionando la presencia del PPT en el gobierno, después que los resultados electorales del 31 de octubre mostraron que ese partido ocupa demasiado espacio burocrático para los 170 mil votos que a duras penas obtuvo. Con Educación, Salud, Ambiente, Pdvsa y la embajada en Washington, amén del canal 8, y dos gobernaciones, el PPT lucía con mucho más poder que el MVR. Todo indica que llegó la hora de reajustar el gobierno según una cierta proporcionalidad político-electoral. Un partido tan escuálido no puede pretender abarcar tanto.

Además, su rol protagónico el 13 de abril de 2002, mucho mayor que el del MVR, ya es parte de la historia y por tanto del olvido.

Pero, además, la salida de Alí indica también que perdió la pelea dentro de Pdvsa, así como el enfrentamiento con el ministro que ahora lo reemplaza. La alianza entre el MVR y el sector militar en la empresa terminó por derrotar al PPT, en esa sorda pero nada incruenta lucha entre las distintas facciones que chocan por el poder interno en la gallina de los huevos de oro.

Sin embargo, Alí ha recibido una compensación:
la cancillería, cargo para el cual, por cierto, está mucho mejor dotado que su antecesor, de quien Chávez, obviamente comprobó que no posee los atributos que exige el manejo de la política exterior del país. Pero cargo en el cual casi se puede apostar que Alí durará bastante menos de los dos años y medio que estuvo en Pdvsa.

Lo de Ramírez simultáneamente en Minas y en Pdvsa es un nuevo episodio surrealista en un gobierno que ha sido pródigo en ellos. Tamaña incongruencia sólo se puede explicar por la carencia de un sustituto inmediato para Alí Rodríguez porque de otro modo no se entiende. ¿Es para asegurar mayor control gubernamental sobre Pdvsa? Absurdo.

Pdvsa ha sido literalmente privatizada; es de Chávez, quien la maneja con una discrecionalidad que ningún empresario privado tiene sobre su empresa. A pesar de las inconformidades que Alí dejaba colar con la política petrolera oficial, nada podía hacer para modificarla. Ahora el presidente de la empresa, Rafael Ramírez, le rinde cuentas a la asamblea de accionistas, que está integrada por Rafael Ramírez, ministro de Energía y Minas.

El regulador de la empresa es a su vez el regulado.

Rafael Ramírez se despacha y se da el vuelto. Sin hablar de que los estatutos de Pdvsa (cláusula 19) prohíben explicita y taxativamente la presencia de ministros en la Directiva de la empresa. ¿Pero que es una raya más para el tigre de la “revolución” ?

Más creativo, imposible

Friday, November 05, 2004

The roiginal version in Spanish from EL Nacional Thursday 4, November 2004


Sin duda


Mary Pili Hernández
mphelnacional@yahoo.com

--------------------------------------------------------------------------------


Noche de máscaras
El pasado 31 de octubre pudiera ser recordado por la historia venezolana como la noche de las máscaras, pues a aquellos que pretendieron engañar al país y manipular a la opinión internacional, valiéndose para ello de su gran poder mediático y económico, se les terminó de caer la careta. Para algunos la situación ha sido dramática, pues de tanto usar su máscara, perdieron pedazos de piel la noche en que ésta les fue arrancada.




¿Cuál abstención?
Para tratar de justificar la gigantesca derrota que les ha vuelto a propinar el pueblo venezolano a los que se han escondido detrás del disfraz democrático para convocar guarimbas, paros o golpes de Estado mediocres, han esgrimido el argumento de la abstención: “La gente no fue a votar porque no confían en el CNE, ya no cree en la democracia”.

Cuando uno escucha esto no queda más remedio que pensar en dos posibilidades: o de verdad son tan soberbios que no se dan cuenta del rosario de errores que han acumulado y que los ha llevado a que su liderazgo no sea respetado ni siquiera por sus progenitoras o, sorprendentemente, y en un acto de tozudez suprema, insisten en seguir subestimando a la gente, creyendo que los demás son estúpidos, que no tienen memoria y que los pueden seguir engañando con mentiras cada vez más huecas.

Con una simple revisión de las cifras de abstención de cualquiera de las anteriores elecciones regionales, hasta un niño pudiera ser capaz de comprobar que la participación en este proceso ha sido la misma que el promedio de cualquiera de los anteriores. Es más, ha habido elecciones en donde la abstención fue muchísimo mayor que la que hemos tenido en esta oportunidad.

El argumento que se cae por su propio.




Primero yo: partido de televisión
Entre las caretas más costosas de la historia es indispensable mencionar de primera y por larguísimo margen de ventaja, la del ultraderechista partido que para los efectos del público se conoce como Primero Justicia, pero que en el inconsciente de sus voceros tiene como nombre verdadero Primero Yo.

Como dice el refrán: “Mientras más alto volamos, más fuerte es la caída”. Pues bien, la de estos caballeritos ha sido estrepitosa, ya que su inmensa soberbia, sólo comparable con la de Rafael Caldera (lo cual es mucho decir) les hizo venderse como los “salvadores de la patria”, “la nueva oposición”, mas sin embargo, no lograron salir de los límites de Baruta y Chacao, que de paso, es donde único consiguen interlocutores que les crean. Tanto pujar, para parir una lombriz.

Queda demostrado de esta forma que este grupito, al que le queda grande el nombre de partido, sólo existe en la mente de sus cuatro dirigentes (ojo: literalmente cuatro) y en la de alguna persona que de buena fe ha creído en la costosísima campaña comunicacional que ha pretendido sustituir su falta de trabajo de calle.

No es extraño que estos políticos de televisión obtuvieran tan solo las alcaldías “sifrinas”, puesto que parecen sentir una especie de prurito o ser víctimas de urticaria cuando se les acerca alguien que no sea de su alcurnia. Por eso es que sus actos públicos no salen de estos lugares, en los cuales abundan los catiritos universitarios, nada de Catia, Caricuao y ni pensar en Carapita.

Si dividimos la inmensa cantidad de dinero que han usado para promover a su grupo y a sus cuatro líderes, entre la pírrica cantidad de sufragios que obtuvieron a nivel nacional, estos son los votos más caros de la historia.

Lo he dicho varias veces y lo vuelvo a repetir después de este vergonzoso resultado: el que quiera ser político no tiene que ser bonito, ni usar ropa fina, cuidando yuntas y corbatas. No. Hay que salir a la calle, escuchar a las personas, oler a la gente. Por eso, para que estos niños lleguen a tener algo que se parezca a un partido, necesitan subir mucho a los cerros y bajar mucho de su propio ego.




Copei: RIP
La otra máscara que cayó dramáticamente en estas elecciones regionales, ha sido la del partido que en alguna oportunidad representó los ideales demócrata cristianos.

La agonía de este partido ha sido sumamente dolorosa y prolongada.

La herida de muerte se la propinó su propio fundador, Rafael Caldera, cuando en una demostración de egolatría pavorosa, prefirió dividir a la organización antes que permitir que uno de sus líderes más competentes, Eduardo Fernández, fuese candidato a la presidencia. Saturno se come a sus hijos. A partir de ese momento, aunque hubo algunos atisbos de mejoría, el partido cayó en barrena.

Pero el ataúd ha sido cerrado por el inefable Enrique Mendoza, el mismo al que le daba pena decir públicamente que era militante de Copei, para no rayarse con cualquier vinculación al pasado. Porque según él, pertenecía a una nueva generación de dirigentes. Lo patético es que Mendoza, con sus megalómanas y ridículas aspiraciones de pretender sustituir a Chávez en la Presidencia de la República, se olvidó de ser gobernador, le dio la espalda a su propio movimiento, le cerró el camino a cualquiera que pretendiera hacer con el partido lo que él mismo no hacía y, siguiendo los pasos del fundador, buscó ser el único líder, pasando por encima de toda su gente.

Lo que logró fue cavar su propia fosa y llevarse a la tumba lo poco que quedaba de Copei.




AD: ¿y el pueblo?
Aquel llamado partido del pueblo también vio rodar su careta. Después de tener la mayoría de las alcaldías, ahora ve su fuerza regional gravemente minimizada. Por su culpa, por su culpa, por su propia gran culpa.

Acción Democrática hace rato se olvidó del pueblo, pero desde el 2001 para acá, más que olvido ha sido amnesia. Les gustó demasiado marchar por Altamira y Chuao. Le agarraron el gusto a la política de restaurantes y les dio fastidio seguir subiendo cerro. Cayeron en la trampa de que ese trabajo se puede hacer desde la televisión.

AD se dejó usar de una manera tan patética, que han dejado en ridículo los 63 años de experiencia política que llevan en su espalda.

La ensalada de egos de la Coordinadora, utilizó la maquinaria de AD, la única que medio servía entre todos esos grupitos, para movilizar el aparato electoral que necesitaban para intentar sacar a Chávez.

Mientras AD ponía la gente, ellos ponían sus caras bonitas y bien maquilladas para declarar ante los medios. Cuando AD se dio cuenta de esto, ya el mal estaba hecho.

Este concubinato contra natura le ha costado a AD perder la mayoría de sus alcaldías y ver sus fuerzas dramáticamente mermadas. Si hoy pueden proclamar que siguen siendo la primera fuerza de la oposición es simplemente porque los otros nunca existieron, pero la verdad es que el terreno ganado por los revolucionarios será imposible de recuperar. Se impone la autocrítica.




Contraloría social
En cuanto a los candidatos bolivarianos, que hoy se sienten triunfantes y victoriosos, muy bien, pero llegó la hora de trabajar. Como dijo el Presidente:
combate feroz en contra de la corrupción y de la burocracia, y lucha constante por la eficiencia.

Ya ganaron, ahora a construir la patria, sin excusas, porque si no cumplen con sus responsabilidades, a falta de liderazgo opositor, tendremos que ser los propios revolucionarios quienes dentro de dos años recojamos firmas para su revocatorio, en el ejercicio soberano de la contraloría social.

This is the Spanish original from El Nacional on Thursday 6, November 2004

CON ACENTO

Las vergüenzas del chavismo

Milagros Socorro
msocorro@el-nacional.com
_____


Todos los triunfos del oficialismo en las recientes elecciones tienen
alguna explicación, menos dos: el de Acosta Carlez en Carabobo (aún si
ocurriera el milagro de que el CNE lo declarara perdedor) y el de
Gutiérrez, en el Zulia, de quien, aún en la derrota, resulta asombroso
que haya obtenido más de 10 votos. Ninguno de los dos ha demostrado una
sola aptitud para ejercer labores de gobierno y, en cambio, se han
cansado de exhibir su improvisación, falta de formación y franca
ignorancia de cuanto asunto se les ha planteado.

Veamos unos cuantos casos donde el triunfo chavista cuenta con
justificaciones para hacer más visible el contraste con aquellas
patéticas figuras.

En Miranda, Diosdado Cabello le arrebata la Gobernación a Enrique
Mendoza, a pesar de que éste era abanderado del Sí en el referéndum
revocatorio, que en ese estado resultó ganador. La primera lectura
indica que si la clase media opositora no se hubiera comprometido con la
abstención en esta oportunidad, Mendoza no estuviera ahora recogiendo
los portarretratos y las gorras para desalojar el despacho. Pero eso
implica una injusta desvalorización de Cabello como político, como
gerente exitoso y como batallador en la contienda electoral. No es
cierto que Mendoza perdió solamente porque su gente decidió dejarlo con
los crespos hechos. Mendoza perdió frente a Cabello, que era un
formidable rival, que estuvo un año recorriendo la entidad, llamando a
votar —si por él, mejor— mientras el otro se mostraba inestable en su
mensaje. No es insignificante, tampoco, que Cabello hubiera insistido en
su oferta de garantizar un trabajo conjunto con el Ejecutivo. La
comunidad, ávida de mejoras en su calidad de vida, tiene derecho a estar
harta de la confrontación y no le falta astucia al calcular que esa
dupla puede rendirle buenos frutos. Más, cuando se intuye que Cabello es
el entaparado del régimen, se sabe que tiene ambiciones y se ha
comprobado que hace las cosas bien.

Ya veremos cómo se conduce pero, de entrada, todo indica que se va a
fajar para cumplir una buena gestión y que la comunidad va a redituar el
buen saque de su nuevo gobernante.

ALGO PARECIDO OCURRE CON LA ALCALDíA MAYOR. Los caraqueños tienen una
ristra de razones para estar convencidos de que con la enemistad de los
alcaldes vecinos, el de la plaza Bolívar y el de Libertador, no gana
nadie y todos hemos perdido.

José Vicente Rangel dijo ayer que, como el Presidente tiene ese gran
carisma y esas monumentales dotes para la comunicación, siempre se va a
decir que sus candidatos ganan con él como “portaviones”. Bueno, a qué
otra cosa se puede atribuir la reelección de Freddy Bernal, el peor
alcalde que ha tenido Caracas en toda su historia.

Y qué méritos para ser alcalde puede esgrimir Juan Barreto, de quien no
se conocen credenciales, experiencia o pericias para desempeñarse como
burgomaestre de ciudad tan problemática.

Bernal ha sido el líder de las huestes vandálicas azuzadas para,
supuestamente, dar soporte al Gobierno. Y Barreto no ha demostrado en
ningún ámbito sus cualidades de gobernante, pero es que a Peña se le fue
la gestión en el pugilato por la Policía Metropolitana.

Perdió su ocasión de hacer un buen gobierno y generar provecho para la
ciudad en lo que William Niño Araque llamó “la lucha canalla” con
Bernal. Para colmo, la oposición, dejada en la cuneta por Peña, apostó
todo a Claudio Fermín, que ya es un personaje de ficción porque resulta
tan inasible como una invención literaria. Frente a todo esto, ¿merecía
ganar la oposición?
Bernal tampoco, sin duda alguna.

Pero su permanencia en ese despacho crea, al menos, la ilusión —que él
ha insuflado— de que en colaboración con Barreto pueden recoger la
basura. Más, no creo que se espere de ellos. Y visto el paisaje
posnuclear de Caracas, no es poca cosa.

EN TÁCHIRA Y EN MÉRIDA, A LA ABSTENCIÓN SE SUMA LA PROLIFERACIÓN DE
CANDIDATOS DE LA OPOSICIÓN (agravada, en el segundo, por la insistencia
en lo que ya se ha acuñado como “candidatura del pasado”, anacronismo
del que la comunidad tiene razones para estar descreída). A Carlos
Ocariz, en el Municipio Sucre, no hay duda de que lo malogró la
abstención, porque nadie, ni los mismos chavistas, le conceden a Rangel
Ávalos ningún talento ni demasiada capacidad de trabajo. El hombre es
una nulidad, amarrada en el cargo por factores que reivindican la
paternidad responsable pero nada más.

En Anzoátegui se repite el síndrome del brazo alzado. ¿Cuántos minutos
de cuña le habrá dedicado Chávez a Tarek? Muchos. Esto es verdad, pero
también lo es que sobre el desempeño de De Lima pesan graves críticas.

Este caso es digno de observación muy atenta porque Saab cometió un
error —feo, feísimo— al no condenar con toda severidad la agresión de
que fueron objeto el gobernador de Anzoátegui, su familia y la
institucionalidad misma. El silencio del entonces candidato oficialista
—que, por cierto, hubiera encontrado en este episodio oportunidad de
ejercer como poeta y demostrar que la palabra acompaña la justicia y la
nobleza— lo hizo sospechoso de complicidad con esos sucesos. Ahora está
ante al reto de ponerse a la altura del apoyo del Presidente y de
hacerse perdonar su indolencia ante la irrupción de sujetos violentos
que amenazaron con armas de fuego a los hijos de De Lima, por sólo
mencionar la más abyecta de aquellas acciones.

TODO EL MAPA, AHORA ROJO, PUEDE TACHONARSE DE EXPLICACIONES. Todo menos
los votos obtenidos por Luis Felipe Acosta Carlez y Alberto Gutiérrez,
cuyas únicas credenciales son ser militares y haber sido impuestos en
las candidaturas por el presidente Chávez.

¿Qué puede decirse de Acosta Carlez sin faltar al decoro y al respeto
que merecen todas las personas en el ejercicio del periodismo?, ¿que es
un impresentable?, ¿que todas sus intervenciones sobrepasan el ridículo
e ingresan en el terreno de la abismal idiotez? No quiero ser ruda y no
necesito leyes que demarquen mis límites.

Pero, qué puede decirse de un candidato a la Gobernación de un estado
tan importante como Carabobo, en lo humano, en lo económico, en lo
histórico, en la significación que tiene para nuestra nacionalidad, de
un hombre que se permite declarar que después de abatir mujeres, compuso
una canción que se llama “No más peleas”, y dice así: “La paz es
primordial/ para el bienestar de todos/ dejemos a un lado el odio/ que
nos tiene carcomidos/ ayudemos a los sufridos/ a los más necesitados/.
Vivamos todos unidos/ dejemos la guerra a un lado”. ¿Qué se puede decir
de este cursi desatado que propone reclutar a los enanos de Carabobo
para hacer un parque porque los enanos, por serlo, están excluidos y
nadie les da contratos. ¿Cómo puede alguien votar por este... señor?
Y Alberto Gutiérrez, interrogado con respecto a sus planes para Domitila
Flores, ha contestado que ya le habían reportado acerca de los problemas
de “esa señora” y que iba a tomar las medidas pertinentes. ¡El hombre
ignora que Domitila Flores es una parroquia! Los zulianos estuvieron una
semana muertos de risa, haciendo chacota con esto y con los muchos
lances en que el general ha exhibido su imposibilidad de hablar con
alguna coherencia...

y después varios miles salieron a votar por él. Esto sólo se explica por
una sumisión ciega y servil a los dictámenes del Ejecutivo, que puede
más que la conveniencia para la región. Qué caro van a pagar esta
pequeñez. Qué caras les van a salir estas vergüenzas.

Sunday, August 01, 2004

A Venezuelan Monitor

The Washington Post


Friday, July 30, 2004; Page A18


NEXT MONTH Venezuela will have a chance, maybe its last, to resolve years of political turmoil by peaceful and democratic means. A referendum is scheduled for Aug. 15 on the tenure of populist president Hugo Chavez. If it is fairly held and Mr. Chavez wins, an opposition that in the past has supported a military coup and a general strike in an attempt to force the president from office will be obliged to accept his rule for 2 1/2 more years. If he loses, Mr. Chavez -- a self-styled revolutionary who once led a military rebellion against a democratic government -- will be removed, and new elections for president will be held.

That this democratic opportunity exists at all is due in no small part to a civil society group called Sumate ("join up" in Spanish), which for a year has advocated for and organized the referendum that is provided for in the Venezuelan constitution. The vote itself will have a greater chance of being staged and judged fairly thanks to Sumate, which has recruited tens of thousands of volunteers to monitor the process and conduct independent exit polls and quick counts. So it is disturbing, if not exactly surprising, that Mr. Chavez, who resisted the referendum all along, has instigated an ugly campaign against the organization, including criminal charges against its leaders.
The two founders of Sumate, Alejandro Plaz and Maria Corina Machado, and two of their collaborators are being formally investigated by a state prosecutor for conspiracy to commit treason. Their alleged crime, first raised by Mr. Chavez in a television appearance in February, is Sumate's acceptance of $53,400, or 2 percent of its annual budget, from the U.S. National Endowment for Democracy (NED), a bipartisan, congressionally funded organization that supports democratic movements around the world. Reports by pro-government media have suggested that the prosecutor may seek the detention of the activists before the referendum takes place; if convicted, they could face prison terms of eight to 16 years.
Why would it be treasonous to accept U.S. funds in an effort to organize a fair election? Surely not because foreign aid is alien to Venezuela: The country's political parties have received it for decades, and Mr. Chavez's own political apparatus has been bolstered by thousands of Cubans dispatched by his principal ally, Fidel Castro. Sumate does not advocate Mr. Chavez's removal but only the resolution of the country's conflict by constitutional means.
But Mr. Chavez does not genuinely accept democracy or the rule of law. He delayed the referendum for a year through legal manipulation and political dirty tricks. Now he flirts with outright political repression in an attempt to determine its outcome. In that sense, Sumate and its leaders are the proverbial canary in the coal mine: If they are prosecuted or jailed, the world will know that Venezuela's referendum is tainted.

Wednesday, July 07, 2004

Kerry courts Hispanic vote with remarks about leaders

John Kerry says he would be a better friend to Latin America than President Bush, whom he accuses of not promoting democracy in the region.

BY LESLEY CLARK

Miami Herald


Democratic presidential candidate John Kerry is sharpening his criticism of Hugo Chávez, suggesting the Venezuelan president risks becoming an ''outlaw'' if he doesn't ensure that next month's recall referendum on his presidency is conducted fairly.

The comments come as Kerry attempts to portray himself as ''deeply involved'' with Latin America, at the same time accusing the White House of failing to promote democratic reform in Venezuela and elsewhere.

Strategists have suggested the Chávez critique can help Kerry curry support among Cuban-American voters in Florida, who view Chávez as an ally of Fidel Castro. Democrats believe they have an opportunity this year to peel off some reliably Republican Cuban-American voters incensed by the president's recent crackdown on travel and aid to Cuba.

`A REAL CHALLENGE'

In a televised interview that will air Wednesday in 19 Latin America countries, Kerry called the upcoming referendum in Venezuela ''a real challenge to the entire hemisphere'' and said that ''as president,'' he would ``work with the international community to bring pressure in the interest of democracy.

''Global transparency, accountability of government, democracy, I think is critical everywhere, but particularly to our hemisphere,'' Kerry said in the interview with Herald columnist Andres Oppenheimer for the TV program Oppenheimer Presenta. ``If Chavez does not respect that process, then he makes himself an outlaw with respect to those values and those interests.''

The interview with Oppenheimer came as Kerry stepped up his efforts last week to court Hispanics, a critical voting group in several presidential battleground states, including Florida. He lashed out at the Bush administration for not helping Argentina during its 2001 economic downturn and rejected charges that he's ''protectionist'' for suggesting a review of existing trade agreements.

Kerry spent much of last week unveiling Latin American policies and pledging to make immigration reform a top priority.

He gave few details on his immigration policies in the interview but offered his opinion on several Latin American leaders. Asked to name ''three or four'' Latin leaders he respected, Kerry reached back to former Costa Rican President Oscar Arias, who left office in 1990.

Kerry offered voluminous praise for Mexican President Vicente Fox, describing him as ``charismatic, thoughtful, intelligent, articulate, very capable.''

And he accused President Bush of breaking his promise with respect to Fox. ''He said he was going to work with him, do immigration, have this very significant building block or relationship [and it] hasn't happened,'' Kerry said. ``He just got mad at Vicente Fox because he didn't support Iraq. So they didn't have a discussion. Immigration's been dropped completely.''

Asked about the left-of-center Brazilian president, Luiz Inacio Lula da Silva, Kerry said he was impressed with da Silva's election, ``by the way he came up through the people, by his roots.''

And he suggested da Silva has been ``incredibly responsible monetarily, fiscally.''

''He surprised some people in the direction that he went and I would be very excited about working with him,'' Kerry said.

He was less enthusiastic about Argentina's left-of-center president, Néstor Kirchner, saying he didn't ``have a great sense of him.''

A spokeswoman for the Bush campaign rejected Kerry's assertion that the administration has put Latin America on a back burner.

''This president has a record that stands tall when it comes to Latin America, and he has very good relationships with the different leaders in this hemisphere,'' said Bush spokeswoman Sharon Castillo.

Republicans have charged Kerry with changing his position on Cuba, and Kerry sought in the interview to clarify remarks he made last month about the Varela Project, the petition signed by more than 30,000 Cubans on the island to hold a referendum on whether to hold free elections.

`MISINTERPRETED'

At the time, Kerry noted the project had ``gotten a lot of people in trouble.''

He told Oppenheimer that the remarks were ''misinterpreted'' and said he would do more to work with dissidents.

''I support the dissidents wholeheartedly in Cuba,'' he said. ``My impression, the reason I said it's been counterproductive, is they've been encouraged, but without the kind of policies that . . . empower and change.''


Thursday, March 11, 2004

Chávez Says U.S. Is Fueling His Enemies
By JUAN FORERO

Published: March 11, 2004

CARACAS, Venezuela, March 10 — Under United States pressure to allow a recall referendum against his rule, President Hugo Chávez has in recent days counterattacked, charging that the Bush administration is trying to oust him by aiding his adversaries, including those who briefly overthrew him in a 2002 coup.


Mr. Chávez has seized on the information in reams of United States government documents, made public by a pro-Chávez group in New York that show Washington is trying to strengthen political parties and other antigovernment groups that want to remove the populist firebrand through a recall.

Aid to opposition groups by the National Endowment for Democracy, a nonprofit agency financed by the United States Congress, is not new. Nor is the $1 million spent here last year excessively high for an organization that spends $40 million a year to finance hundreds of organizations in 81 countries.

But the unearthing of 2,000 pages of documents has provided details of how the Bush administration considers the rehabilitation of Venezuela's battered political parties the best way to counter a leader Washington views as erratic and authoritarian.

"The future of Venezuelan democracy depends on the rebuilding of healthy and responsive political parties that can effectively channel citizen demands," says one memo.

Mr. Chávez has lashed out in three recent speeches, telling Washington to "get its hands off Venezuela" and charging that the Bush administration is "financing this mad opposition." He has even gone so far as to threaten to cut off oil exports if Washington gets the "idea of trying to blockade Venezuela, or, even worse, of invading Venezuela."

Relations between the two countries are at their worst since the April 11, 2002, coup, when the White House blamed Mr. Chávez for his own downfall. Bush administration officials were embarrassed when Mr. Chávez was swept back into power in an uprising two days later.

Anti-Chávez groups have abandoned a strategy of general strikes and are focusing on a referendum.

On March 2, the National Electoral Council temporarily disqualified hundreds of thousands of signatures the opposition needed to allow a vote. But opposition groups and diplomats who monitored the signature-gathering say that more than a million signatures were arbitrarily disallowed.

For the United States, which is dependent on Venezuelan oil supplies and has close economic ties to the country, the possibility that the referendum could be scrapped would be a serious blow to a carefully calibrated policy aimed at building feasible political alternatives to Mr. Chávez.

The endowment documents say that "strengthening political parties remains a critical part of any long-term solution" and that the "battered political party system is the only institution capable of restoring democracy by generating solidly democratic leaders and generating sound policies."

Endowment aid had fallen to $257,000 in 2000, as political parties and other beneficiaries in Venezuela were left crippled after Mr. Chávez's sweeping victories in elections. Assistance more than tripled to $877,000 in 2001 as political parties reorganized to counter the president. In 2002, aid rose again, to $1.1 million.

Chris Sabatini, the endowment's director for Latin America, said the agency's goal was to promote democracy. In a phone interview from Washington, he said the endowment had worked in Venezuela with civic groups without political ties, including conflict resolution teams and organizations defending human and civil rights. The endowment's aid to political groups is aimed at strengthening them "to build political space" and calm the shrill political debate in this deeply divided country, he said.

The documents, obtained by a freelance reporter, Jeremy Bigwood, and posted on the Web site of the Venezuela Solidarity Committee, show that much of the aid benefits political parties and groups leading the recall effort. Those benefiting from assistance include Sumate, a group that has staged signature gatherings for a referendum. It received $53,400 last September.

Financing does not go directly to political parties. The endowment channeled nearly $350,000 to the international wings of the Republican and Democratic parties, the International Republican Institute, the National Democratic Institute for International Affairs, and the foreign policy arm of the A.F.L.-C.I.O., the American Center for International Labor Solidarity. Those organizations ran workshops and training sessions and offered advice to three political parties — Democratic Action, Copei and First Justice — as well as the Venezuelan Workers Confederation.

The leaders of all these organizations have been at the forefront of the anti-Chávez movement.

Mr. Chávez has been suspicious of the endowment's intentions since it was revealed soon after the coup that opposition groups had been receiving funding.

Though the State Department put $1 million in endowment aid on hold in the aftermath, an internal investigation found the groups carried out programs "adhering to U.S. laws and policies," and assistance resumed.

"The government believes it is unacceptable for the United States to be involved in the affairs of Venezuela," said Andres Izarra, a spokesman for the Venezuelan Embassy in Washington.

The Venezuelan parties and the workers confederation that are beneficiaries of aid are important components of the Democratic Coordinator, an anti-Chávez umbrella organization led by politicians, labor leaders, former managers at the state oil company and media executives.

Some groups that receive aid, like the Center for International Private Enterprise, which has ties to the United States Chamber of Commerce, do not hide their loathing of Mr. Chávez.

The enterprise, in explaining its role here, says the "current political crisis in Venezuela has been brought about by the deplorable performance of the Chávez government, which has demonstrated both militaristic and Marxist tendencies." The center received $203,000 last year.

Mr. Sabatini explained that the endowment has helped organizations that are not outwardly political like international private enterprise group, which is monitoring public spending, a journalists' group and conflict resolution organizations. When they conduct programs, it is not an opposition question, Mr. Sabatini said.

Assistance is open to groups allied with Mr. Chávez, he said, and even the governing party received technical assistance from the Republican and Democratic institutes. Independent groups like the N.E.D. have an obligation to support and give a lending hand, Mr. Sabatini said.

From Chavez, Divisive Rhetoric
Embattled Venezuelan's Bluntness Is Fuel for Recall Effort
By Jon Jeter
Washington Post Foreign Service
Thursday, March 11, 2004; Page A23


CARACAS, Venezuela -- When he addresses the nation, President Hugo Chavez sometimes breaks into song. He sermonizes his supporters and taunts his foes. In January he called Condoleezza Rice, the White House national security adviser, "a real illiterate." And last month, he used a profanity to describe President Bush, alleging Bush supported a campaign by Venezuela's political opposition to remove him. Then he issued a challenge.

"We're going to make a bet to see who lasts longer, Mr. George Bush -- you in the White House or Hugo Chavez here in Miraflores," he said, referring to Venezuela's presidential residence. He added that he would make the bet in Venezuelan currency "or in dollars, as you wish."

Chavez's policies, Venezuela's faltering economy and allegations of creeping authoritarianism are ostensibly driving the violent street protests here and the growing efforts to oust the president.

But language also divides this country. Supporters and critics of Chavez have said that the president's salty, earthy and even profane speeches are anything but presidential. While Venezuela's poor, and its black and indigenous minorities, often find Chavez's use of blunt language appealing, wealthy and middle-class Venezuelans find it boorish and embarrassing.

"When Chavez talks, it is like he is one of us," said Pablo Rosales, 53, a black cab driver here. "He is the first president I've seen who talks to the poor and not just the high class. He includes us when he talks."

Said Adriana Ruggiero, 45, a dentist: "He uses such profanity. That is not how a world leader should present himself. He is like a cave man. He makes all Venezuelans look bad."

Class is the principal fault line in Venezuelans' fractured opinion of Chavez. Recent polls indicate that Venezuela's poor, who are nearly 80 percent of the country's 25 million people, are almost evenly split on Chavez. About 41 percent of Venezuelans support Chavez, the vast majority of them poor, said Luis Vicente Leon, executive director of the national polling firm Datanalisis.

But the 59 percent of Venezuelans who disapprove of Chavez include virtually all of the country's most prosperous residents, Leon said.

"There's no doubt that Chavez's strongest support comes from those sectors of Venezuelan society who have typically been the most excluded: blacks, indigenous people and the poor," Leon said.

The son of rural teachers, Chavez has said that he has more support than the polls reflect because researchers avoid the shantytowns and poor neighborhoods where the bulk of his supporters live.

His weekly broadcast program, "Hello President," has a preacher's cadence and is peppered with slang. When the actor Danny Glover visited last month and attended a ceremony to name an elementary school for the Rev. Martin Luther King Jr., televised news accounts showed Chavez pointing to his curly hair and broad nose and saying that he, like Glover, was of African heritage.

"He speaks the language of the excluded," said Maximilien Arvelaiz, a Chavez adviser. "He doesn't just speak about the poor. He speaks to the poor."

After returning from a state visit abroad, for example, Chavez has spoken on television using a map and pointer. "He will say this is where I was and it takes X number of hours to travel there by plane from Caracas," Arvelaiz said. "For the rich and the middle class, this is all quite boring because of course they know where Spain is on the map. They think it is stupid. But poor people love this. No one has ever taken the time to explain this to them."

Julio Borges, a spokesman for the campaign to recall Chavez, acknowledges that the president has considerable charisma. But Borges said there had not been any substantial improvements in the lives of the poor since Chavez took office five years ago. Inflation is rising, the economy has lost jobs and crime in urban centers has increased, he said. "He's a demagogue," Borges said.

Elections officials last week validated only 1.8 million of the more than 3 million signatures collected by Borges and other opposition leaders in support of a referendum to recall Chavez. Constitutional provisions require that 2.4 million signatures, representing 20 percent of eligible voters, be validated.

Monitors from the Organization of American States and the Atlanta-based Carter Center said they did not see widespread fraud in the referendum process. But the National Electoral Council ruled that many of the forms were improperly completed and that signatures did not match identification numbers. Chavez said many names were of dead people.

On Wednesday, his opponents condemned the electoral council's action, saying that Chavez's allies on the panel were blocking the referendum with a complex and unfair review process, the Reuters news agency reported. The opponents, a coalition of political parties, labor leaders and civic groups, said their analysis showed that they have enough signatures to force a vote.


Venezuelans Get Sacrificed in Blame Game

By Marcela Sanchez
Special to washingtonpost.com
Friday, January 9, 2004; 7:26 AM

It is human nature -- not to mention just plain easier -- to blame others for actions that don't make us particularly proud. Politicians have elevated this weakness to an all-too common and unfortunate public practice. And nowhere is this art of pointing the finger in every other possible direction to avoid responsibility grown so old and tired as in Venezuela.

Take President Hugo Chavez. He took office blaming corrupt oligarchs who had long dominated Venezuelan political life for maintaining a system that relegated one-third of the population in an oil-rich land to life on less than $2 a day. Five years into his "Bolivarian revolution," poverty levels today are higher than in 1990. Still, he blames others.

Take the opposition and its allies in the Bush administration. They blame Chavez for everything under the sun, and then some. They accuse him of purposely wanting to increase the number of the poor in Venezuela in order to justify the need for his "Marxist" revolution. Yet the national strike the opposition launched a year ago helped devastate an already weak economy.

Enough is enough. Play the blame-game -- with its accompanying conspiracy theories of murder plots and imperialistic ambitions -- and necessary, rational discussion of Venezuala's problems is lost. In a polarized and troubled nation, finger-pointing not only gets in the way of real solutions, it gets in the way of smart politics as well.

Venezuela's Electoral Council has now begun to verify the signatures collected in two separate drives to recall either Chavez or 37 lawmakers who oppose him. The government claims it collected nearly 4.3 million signatures for recalling the lawmakers, while the opposition says it has 3.4 million in favor of recalling Chavez -- far more than the 2.4 million, or 20 percent of the electorate, needed to force a referendum.

No matter what the council decides, the signature drives make one thing clear: Millions of Venezuelans are disgusted and want something they are not getting today. How deep is their dismay? Nearly one-third of Venezuelans polled by a Washington-based research firm just before signatures were gathered said they would sign both petitions.

And yet who is tapping into this disgust? No one in any creative way. In a country that has been talking about an electoral exit from the current crisis for more than a year, leaders on both sides would rather fuel the discontent than harness it in a way that would drive a political solution.

This is mostly a challenge for the opposition that hasn't quite digested the fact that even if Chavez is recalled, Venezuelans would still be more inclined to vote for a candidate that is more like him and less like his predecessors. Furthermore, the opposition has yet to capture the hearts and minds of those who perceive that their priorities are still better addressed by Chavez, even if his efforts fall short.

Any alternative to Chavez should keep in the forefront the social priorities of the poor. Chavez continues to speak for them, visits their neighborhoods and has launched what are now popular educational and health programs they had never seen. The opposition so far has managed only to criticize those programs for involving Cuban doctors or Cuban educational strategies.

This does not mean, of course, governing on behalf of one group over another. One of Chavez's major mistakes has been his naive belief that he alone could bring about his revolution, even if in the process he alienated other traditional centers of power such as media owners, the church and industrialists.

A more inclusive, conciliatory leadership would be a better match for the country's own peaceful culture, which has shown considerable resilience during Chavez's divisive tenure. Such leadership would appeal to Venezuelans' pride and nationalism without antagonizing nearly the entire international community. The opposition certainly has greater cachet with powers abroad, but its decidedly anti- Castro posturing makes it appear more a Washington puppet and less a conciliatory Venezuelan movement.

To his credit, Chavez was not afraid to push for reforms, in fact he was elected because he promised fundamental changes. He erred, however, in thinking that reform by fiat would not make matters worse. No amount of blame could hide the failure of such a strategy and the damage it has done to democratic institutions.

It is unlikely that Chavez will point to himself anytime soon and utter a Spanish version of Harry Truman's famous line, "the buck stops here.'" Until then, the opposition has the unprecedented opportunity of ending both the blame game and the divisiveness that now cripples Venezuela.

Marcela Sanchez's e-mail address is desdewash@washpost.com.

Tuesday, February 17, 2004

Política
VLADIMIR VILLEGAS Exige que no se le pida equilibrio informativo al canal 8
“Venezolana de Televisión es una trinchera frente a las mentiras de los medios”
Una entrevista entre dos reporteros con distinta percepción del país se desencaminó de la objetividad en la que ambos fueron formados y se desvió por el desencuentro y el intercambio de gritos.
Aquí se transcribe esa evidencia de la locura de la polarización pero también del intento de entenderse (tras el bochorno y el vaporón que dejan los disgustos)

MILAGROS SOCORRO


--------------------------------------------------------------------------------





–Vladimir, yo tengo 20 años de experiencia en el oficio, he publicado cinco libros y, dicho con modestia, soy premio nacional de Periodismo, que recibí de manos de Chávez, y tengo un proyecto para hacer un programa de televisión.

¿Qué debo hacer para transmitirlo por VTV, el canal de todos los venezolanos?
–Tú puedes presentar un proyecto, que se someterá a consideración de un comité de programación, coordinado por el gerente de Programación, Gustavo Arreaza. Se puede ver el perfil del programa.

Eso se acepta o se rechaza, como ocurriría en cualquier canal.

–¿Qué posibilidades tengo de ser aceptada?
–Bueno, depende del programa, de su calidad, del contenido...

–Entonces todos los programas que vemos en VTV han sido aprobados por ese comité.

–Desde que yo estoy al frente de VTV, son pocos los programas nuevos.

Ahora estamos preparando un programa musical con el grupo Madera, con la idea de dar a conocer la música popular venezolana.

–¿Estás contento con la programación de VTV?
–No estoy contento. Yo creo que debemos mejorarla.

–¿Hay algún programa que piensas eliminar?
–Sí. Y si no eliminar, reconceptualizar.

–¿Qué porcentaje de la programación de VTV es información o entretenimiento y cuánto es propaganda del Gobierno?
–No puedo dar cifras pero evidentemente la principal carga de la programación es informativa.

–Y, ¿qué porcentaje es propaganda?
–Una cosa es información y otra es la propaganda, la publicidad.

– Me refiero a la propaganda del Gobierno que es presentada como información.

–Es que la información es una cosa y la propaganda es otra. No podemos confundirlo.

–Está confundido en VTV.

–Yo podría decir que la propaganda de la oposición está contenida en la programación de los canales comerciales.

–Cada vez que se refiere a los medios de comunicación, Chávez dice que son golpistas.

–En lo que tiene mucha razón.

– En mi periódico...

–En el periódico donde tú trabajas...

–Hay unos cuantos periodistas y columnistas chavistas. ¿Cuántos periodistas o conductores de programas hay en VTV que no sean chavistas?
–No sé. Porque no le he preguntado a ninguno si es el del Gobierno o de la oposición. A algunos los conozco y lo sé pero yo no llegué aquí con la idea de hacer maccartismo periodístico ni de fichar a nadie.

-Cuando los periodistas de VTV hacen su trabajo, ¿en cuántos de ellos se expresa un espíritu crítico o de independencia frente al Gobierno?
–Nuestros periodistas se expresan dentro de nuestra política informativa.

Los periodistas de El Nacional saben cuáles son los parámetros informativos de ese diario y dentro de ellos se mueven. Un periodista de VTV sabe dónde está trabajando y cuál es la política informativa.

–Insisto, en El Nacional hay reporteros y columnistas chavistas, no chavistas y de centro; y, porque saben dónde están trabajando dicen lo que quieren.

–Yo no conozco esos periodistas que dicen lo que quieren en El Nacional.

–¿Ah no? ¿Entonces Maripili Hernández no dice lo que quiere?
–Ella es columnista.

–Yo te he hablado de reporteros y columnistas.

– No sé si el tema de la entrevista es El Nacional pero podemos discutir muchas cosas de ese periódico, como la línea informativa, los titulares, la forma como algunos reporteros hacen opinión dentro del reporterismo. Tú misma has dicho que con frecuencia se rompe esa línea que debe separar la información de la opinión.

–Sí, y lo dije en El Nacional , no detrás de una puerta. ¿Cuántos periodistas de VTV pueden decir que son críticos de lo que se hace en su medio de trabajo?
–Un canal de televisión no es un periódico, donde hay una página de opinión.

–Vladimir, qué argumento es ése. Muy bien, hablemos sólo de televisión. El diputado Tarek Saab va día por medio a los canales comerciales, ¿cuántos diputados de la oposición vienen a VTV?
–Es cuestión de verificarlo pero creo que es una exageración eso de que Tarek Saab va día por medio.

–¿Te sirve una vez al mes?
–O una vez cada cuatro semanas.

–Muy bien ¿quién viene aquí de la oposición?
–¿A dónde queremos llegar? Aquí viene Chúo Torrealba, Domingo Alberto Rangel, Teodoro Petkoff.

Ocurre que muchos miembros de la oposición se niegan a venir. Ahora, si me preguntas si yo invito a Enrique Mendoza para que venga a VTV, la respuesta es no, porque él dijo que quería cerrar esta basura.

–¿Por qué dijo Mendoza eso?
–Porque es un golpista.

–Parece que los golpistas pueden ofender a quien les dé la gana. Chávez, golpista del 92, insulta a troche y moche.

–Me estás cambiando de tema.

Estamos hablando de Mendoza y tú me dices algo del Presidente que yo no comparto.

–Ah, Chávez no es golpista.

–No comparto que el Presidente ofenda a todo el mundo ni que tú lo califiques de golpista, porque es el Presidente.

–Y ya no es golpista.

–Él participó en una insurrección militar. Aceptó su responsabilidad y fue a la cárcel.

–¿Es golpista o no es golpista?
–Participó en una insurrección.

–Estoy asombrada.

–Enrique Mendoza, en el marco de un golpe de Estado en el que participó, dijo que iba a cerrar esta basura llamada VTV. ¿Qué te asombra?, ¿que yo diga que a Chávez no se le puede llamar golpista?
–Exacto.

–Rómulo Betancourt también fue golpista pero no vas a pasar toda la vida llamándolo el golpista Rómulo Betancourt, porque participó en la Revolución de octubre.

–Si un golpista señala a otro de golpista para acusarlo, pues claro que hay que recordarle que él también lo es.

–¿Y tú reconoces a Betancourt como un golpista? Respóndeme.

–No respondo porque eso no tiene nada que ver. El presidente de VTV eres tú...

A estas alturas la grabación de la entrevista ya no registra un diálogo sino un gallinero donde dos personas furiosas se acusan mutuamente de cambiar el tema para eludir responsabilidades, de apelar a frases hechas para no llegar al centro del asunto y, sobre todo, de no portarse como periodistas sino como operadores políticos. De pronto, siento vergüenza, es inútil lo que estamos haciendo. Apago el grabador.

Inhibido por su condición de anfitrión y de caballero, Vladimir se queda callado y entonces aprovecho para reprocharle que, siendo los dos reporteros, él se esté comportando como uno de esos voceros que tanto nos chocan, que no dicen la verdad, su verdad, sino que adaptan sus declaraciones al troquel del poderoso. Le echo en cara que me ha dicho muchas tonterías, que nadie le creerá eso de que él no les pide el carnet del partido a los empleados y que los diputados de la oposición no vienen a VTV porque no quieren...

–Demasiadas pendejadas, Vladimir.

–Prende esa vaina, que te voy a decir unas cuantas cosas. Tú me preguntas mi posición ante los maltratos a periodistas y yo, que he sido dirigente gremial, no puedo sino decirte que rechazo esas acciones.

Pero, sin justificar cualquier acción de violencia, hay que decir que los periodistas tenemos que revisarnos.

Muchos colegas se han mimetizado con las líneas informativas de los medios; y, a la hora de entrevistar a los asistentes tienen una pregunta recurrente: “¿cuánto le pagaron?”.

Por qué se irrespeta de esa manera a personas humildes que vienen del interior a un acto de Chávez. Eso es una grosería. Y el tópico para cubrir las concentraciones es hacer la contabilidad de los autobuses que llevan a los asistentes, pero no hacen lo mismo con las movilizaciones de la Coordinadora Democrática.

“Yo estoy en VTV como político, no como periodista. No milito en ningún partido en este momento pero soy un dirigente político. No me oculto detrás del periodismo para hacer política. Voy a ser claro contigo, nosotros estamos en una lucha; tú me preguntabas por el equilibrio informativo de VTV porque ves la planta como un hecho aislado y eso no es correcto. El canal 8 no se ve así, tienes que verlo en una perspectiva que incluya a los canales comerciales. Si yo decido poner en la pantalla de VTV a 10 voceros de la oposición y a 10 del Gobierno, en vez de equilibrar las fuerzas estaría contribuyendo a desequilibrarlas más porque estaría aumentando la suma de intervenciones de la oposición en desmedro de la nuestra. Tú acusas al canal de que hacemos propaganda, bueno, sí, hacemos propaganda, pero también es verdad que estamos en una lucha contra cinco canales que han estado dedicados a conspirar para tumbar el Gobierno.

“Los medios de comunicación y la oposición, en general, le piden a VTV un equilibrio que ellos están muy lejos de exhibir. Yo estoy atrincherado aquí, esa es la verdad, frente a la mentira permanente de cinco canales de televisión. No me pidas equilibrio informativo cuando estamos en una batalla. Y yo en esta batalla no soy imparcial como tampoco lo es VTV. La planta tomó partido. Que VTV es del Estado, bueno, y qué, la señal de los canales comerciales también es el del Estado venezolano, y quienes las tienen asignadas apoyaron y promovieron a las fuerzas que intentaron derrocar al Gobierno y cerrar este canal que, efectivamente, es del Estado.

No podemos ser imparciales, además, porque VTV es un objetivo militar de la oposición; y si alguna vez vienen a tomarla, nosotros vamos a resistir.” “Tú me exiges que reconozca las fallas de la programación de VTV, bueno, sí, tiene fallas. Hemos descuidados muchas cosas por estar defendiéndonos del ataque implacable de los medios comerciales, pero no me pidas que diga que el personal es una mierda...” –Eso lo dices tú. Yo no he dicho eso, ni lo pienso. Lo que sí pienso es que muchos de ustedes cometen el error de ejercer su lealtad con mediocridad, en tu caso, con una pésima programación que, supuestamente defiende al régimen. Pienso que nada es más eficiente que la calidad. Y pienso que todo lo que este Gobierno toca lo convierte en un horror, ahí están tu hermano, Ernesto, y tú para probarlo, a ambos los conozco...

–Y estamos convertidos en un horror.

–No. Están cometiendo pendejadas para justificar lo injustificable.

–No se trata de justificar, Milagros, se trata de actuar conforme a lo que uno cree. Tú me pides que me comporte como un periodista y te dé una buena entrevista. Me has dicho que te defraudé. La equivocada eres tú: tienes que entrevistarme como político, como presidente de una institución política.





Muchos partidos, muchos periódicos
Hely Vladimir Villegas Poljak nació en Caracas el 11 de diciembre de 1961, el penúltimo de diez hermanos. Tal como dice su currículum, “es hijo del desaparecido dirigente sindical comunista Cruz Villegas y de Maja Poljak de Villegas, oriunda de Zagreb, antigua Yugoslavia.” Político desde chiquito, se incorpora a la actividad político estudiantil cuando ingresa al liceo Fray Pedro de Agreda. En 1976 se incorpora a la Juventud Comunista, donde permaneció por doce años. Al graduarse de bachiller (e integrar el comité de Bachilleres sin Cupo) pospone su ingreso en la UCV para vivir durante un año en la Unión Soviética. A su retorno, en 1982, retoma los estudios y la militancia política.

Desde antes de graduarse comienza a ejercer el periodismo en Tribuna Popular, vocero del PCV.

Luego trabajaría en Últimas Noticias, en El Nuevo país, (donde duró un mes), en la revista Élite, en El Diario de Caracasy en El Universal.

En diciembre de 1993 fue electo diputado independiente uninominal, en la lista de La Causa R. Y en 1998 fue reelecto diputado, esta vez como dirigente del partido Patria Para Todos.

En julio de 2002, el presidente Chávez lo nombró embajador en Brasil, cargo que desempeñó hasta diciembre de 2003, cuando es designado presidente de Venezolana de Televisión. Está casado con la periodista Egilda Gómez tiene dos hijos.






Hacemos propaganda, pero también es verdad que estamos en una lucha contra cinco canales que han estado dedicados a conspirar para tumbar el Gobierno



Yo estoy en VTV como político, no como periodista. No milito en ningún partido en este momento pero soy un dirigente político. No me oculto detrás del periodismo para hacer política”.